Personal de Policía Científica realizó este lunes la apertura de los tacómetros del micro que ocasionó la tragedia de Horcones el sábado 18 de febrero donde murieron 19 personas y otras 20 sufrieron lesiones. La medida se realizó ante el fiscal Gustavo Pirrello, de Homicidios, quien instruye el expediente que tiene al chofer Francisco Sanhueza tras las rejas.
Lo novedoso, o raro, es que en el colectivo se encontraron dos tacómetros y uno de ellos, el que viene instalado de fábrica, no funcionaba. Peor aún, no tenía una especie de disco rígido donde quedan registrados los trayectos y las velocidades de los colectivos. Este dispositivo, denominado mecánico, es el que exigen las autoridades de los entes que regulan esta actividad y este transporte lo tenía fuera de servicio, mostrando así una de las tantas irregularidades.
El otro tacómetro que secuestraron es uno digital, pero en éste tampoco pudieron observar los registros de velocidad del vehículo porque no cuentan con un software específico donde permite observar los datos numéricos de cualquier recorrido. Es por esa razón, que solicitaron ese software para continuar con las pericias de rigor.
Por ese motivo, todavía no lograron establecer a la velocidad final a la que iba el vehículo aquella fatídica madrugada. Ya sea porque uno de los medidores no andaba y al otro le falta un programa para extraer los datos de manera digital.
Esto también fue visto de manera sospechosa porque creen que uno de los tacómetro podría estar colocado para pasar los controles que realizan las autoridades y el otro que marcaba la velocidad real pero sin dejar registros.