El jury de enjuiciamiento contra el camarista laboral mendocino Gustavo Estrella (56) comenzó este lunes luego de que se rechazara el planteo de la defensa del magistrado para retrasar el proceso, en el que se lo acusa de "desorden de conducta" en un caso de violencia de género denunciado por su ex pareja, María Benedicta Ortiz (40), en 2014.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Jorge Nanclares, fue el encargado de abrir el debate al comunicar el rechazo al pedido de la defensa de Estrella, que alegó problemas de salud mental para intentar suspender el proceso, que puede desembocar en la destitución del juez.
Estrella, juez de la Séptima Cámara del Trabajo mendocina, se convirtió así en el primer magistrado de esta provincia ser sometido a un jury de enjuiciamiento por un caso de violencia de género.
El relato de la víctima
María Benedicta Ortiz, la ex pareja del camarista, contó lo que sucedió en mayo del 2014 en la casa que compartían en Mendoza.
La mujer recordó que la noche de la agresión el magistrado le preguntó si "lo iba a seguir queriendo dentro de 10 años", a lo cual ella contestó que "no sabía". Esta respuesta habría despertado la furia del camarista que le dijo que "lo estaba boludeando, que era una loca autista y que su casa no era una pensión".
"Le dije que no sabía lo que podía suceder en 10 años. Quise abrazarlo para que habláramos, pero me agarró del pelo y me empujó contra una pared", recordó la mujer.
"Reaccioné y le di una cachetada. Me dijo que me fuera, me tiró del pelo y me dio la cabeza contra la pared. Me senté en el sillón y me dio piñas en la cabeza y en la cara. No paraba de insultarme. Me agarró contra la heladera y me dio una piña en el ojo", agregó Ortiz.
Y continuó su relato: "Me agarraba las manos y forcejeaba. Le pedía que me perdonara por la cachetada y que habláramos, pero me seguía por el living golpeándome. Agarró mi mochila y la revoleó al pasillo. Agarró mi material de estudio y lo revoleó al pasillo también. Me di cuenta que a él no le importaba nada de mí".
"Me seguía insultando y fui a buscar la campera a la habitación de su hija. Me caí y quería darme la cabeza contra el piso. Me agarró en el pasillo, me envolvió el pelo en el cuello y tiraba. Me corría alrededor de la mesa y como no podía alcanzarme me tiró con una silla. Me empezó a salir sangre de la boca y manché el mantel. Me dijo que era una negra hija de puta y me echó", recordó la mujer.