Condenaron a Mariano Luque a 24 años de prisión por el asesinato de Johana Chacón. Fue considerado autor de "homicidio simple". Se unifica además la pena por el femicidio de Soledad Olivera, por lo tanto, queda en 32 años de prisión la condena única por ambos crímenes.
Entre las pruebas que condenaron a Luque, se destaca el testimonio de Beatriz Chacón, hermana de Johana, quien contó que vio al acusado asfixiar a su hermana con una soga, quemar su cuerpo y luego enterrarlo. Sin embargo, inicialmente no acusó a Luque y recién tres años después de la desaparición de su hermana reveló que había sido testigo presencial del crimen. La defensa intentó aferrarse a esto para desacreditar el testimonio de Chacón y pedir el sobreseimiento del acusado basándose en el principio de la duda, a raíz de que el cuerpo de Johana nunca apareció.
Otra prueba que complicó a Luque es un informe del Cuerpo de Antropología Forense de la UNCuyo que concluyó que entre los restos óseos encontrados en la finca de Tres de Mayo donde vivía Luque en 2012 se encontró un metatarso humano que pertenecería a una persona de entre 11 y 18 años. Sin embargo, el hueso estaba tan deteriorado que no se le pudo realizar el correspondiente cotejo de ADN.