En la discusión por el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito en el Congreso, la situación de Mendoza resalta por ir a contramano de lo que sucede en otras provincias: no hay adhesión al protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y está prohibida la comercialización de Misoprostol, el medicamento que permite la realización de abortos y que está recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Misoprostol dejó de estar en las farmacias mendocinas a partir de diciembre de 2009, luego de la promulgación de la ley 8116, que limitó al ámbito institucional sanitario el "expendio y/o suministro y/o fraccionamiento" de los fármacos que contuvieran esta droga.
La normativa fue impulsada en ese momento por el ex senador radical Abel José y publicada durante el gobierno de Celso Jaque.
La responsable del Programa Provincial de Salud Reproductiva, Roxana Cabrera, contó a Sitio Andino que se adquiere de dos maneras el producto: a través de los hospitales y desde el área que ella conduce. "Se colabora con las instituciones para el uso del Misoprostol en inducciones de abortos, abortos en embarazos anembrionados y trabajo de partos; y también para las interrupciones legales del embarazo", señaló.
En Argentina, solamente Laboratorios Beta produce Oxaprost, la marca comercial del producto que contiene las drogas Misoprostol y Diclofenac. El Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), propiedad del Estado santafesino, proveerá la pastilla a partir de diciembre a nivel país.
El junio, el Estado provincial salió a comprar 480 unidades de este medicamento. "Al Ministerio le costó aproximadamente 1.500 pesos la caja de 16 comprimidos", indicó Cabrera. Sin embargo, el precio en las farmacias puede llegar a 3.300 pesos, y en Mendoza ese valor se multiplica debido a su clandestinidad, ya que está prohibida por ley su comercialización.
En Mendoza, los hospitales públicos atendieron 2.224 abortos durante 2017, de los cuales 1.556 se comenzaron fuera de los centros asistenciales. No hay estadísticas de cuántas de estas prácticas fueron inducidas o espontáneas. Asimismo, 11 de las interrupciones del embarazo fueron en niñas menores de 15 años y 263 en jóvenes de entre 15 y 19. Datos Ministerio de Salud de Mendoza.