La industria, que funciona en el Parque Industrial de San Rafael, al sur de la provincia, se originó con el fin de dar rentabilidad al sector frutícola ya que logra convertir la fruta en pulpa no perecedera, con dos años de duración.
"Fue un proceso largo que costó mucho trabajo pero hoy podemos decir con satisfacción que estamos obteniendo una pulpa de primera calidad con los mejores estándares de exportación", afirmó a Télam Emir Félix, Intendente de San Rafael. El movimiento de las maquinarias comenzó a fines del año pasado con el damasco y el durazno, y "ya hay pedidos para trabajar con membrillos, peras, manzanas y hasta tomates", informaron desde el municipio.
Félix destacó la labor fundamental de la Sociedad Rural y las cooperativas La Línea y Fruderpa, encargadas de gerenciar la pulpera, y remarcó que "todas las máquinas hasta el último tornillo, fueron construidas por industrias mendocinas, supervisadas por el Instituto de Tecnología Industrial (INTI)". El presidente de la Sociedad Rural y referente de la Cooperativa La Línea, Marcelo Serrano, sostuvo que "fue un proceso muy largo" y confirmó que existen ofertas para vender pulpa al exterior.
La pulpera es la única industria estatal de su tipo en Mendoza, y en sus 40 días de funcionamiento recibieron consultas de distintos lugares del país que buscan emular el proyecto. Se trata de un modelo mixto de gestión entre municipio y cooperativas, que busca defender la posición de los pequeños productores del sur provincial.