El tránsito de automóviles y ómnibus que pasaron hacia Chile por el paso mendocino de Cristo Redentor desde el lunes, cuando el papa Francisco inició su visita al país trasandino, fue "un 8% menor" a la misma época del año pasado y las demoras "no superaron la media hora".
"Por acá pasaron un ocho por ciento menos que el año pasado en la misma época, sin estar el Papa", resaltó Pablo Van de Rusten, Director Nacional de Asuntos Técnicos de Frontera del Ministerio de Interior.
El funcionario dijo que "aquí esperaban más gente, no el millón que se hablaba por parte de Chile, pero si un número considerable, que no se dio".
"El máximo de espera fue de 25 minutos, salvo en algún momento que llegó la hora y media, pero fue solucionado rápidamente", contó Van de Rusten
