La leona Baguira había nacido en la reserva zoológica de La Rioja en marzo de 2008.
Poco después pasó a manos del circo “Yobuslavo” -de hecho, fue donada por al reserva-, hasta que en 2015 pudo ser rescatadas tras varias denuncias de maltrato.
Después de haber pasado la mayor parte de su vida en una jaula de circo de 2 metros por uno, donde apenas podía moverse, su vida ahora cambió.
"Tenemos una emoción inmensa. Nunca lo imaginamos. Buscamos primero en Estados Unidos y luego, cuando se dio lo de Sudáfrica no lo podíamos creer. No tenemos palabras y cuando vemos el video nos ponemos a llorar", contó Pilar Lomas, una de las rescatista.
"La Dirección de Fauna Silvestre de Tucumán y José Yapur, un especialista en animales silvestres y grandes felinos, se ocuparon de atenderlo como también Alicia Yapur, que es bióloga. Lo llevaron a la Estación de Psicicultura de Tucumán y la alimentaron mejor. Estaba desnutrida, pesaba 70 kilos y no daba más de dos pasos", contó Pilar, futura abogada, pero también rescatista de perros y gatos.
Además de mal alimentada, Baguira estaba enferma: tenía parásitos y bacterias que la iban consumiendo y su hábitat estaba lleno de protozoos.
Incluso cuando comenzó el tratamiento vomitaba la comida. Debieron comenzar casi de cero con ella y darle el alimento en pequeñas raciones. De 3 kilos de carne por día pasó a comer 5 y luego, 7. Todo un logro. De todas formas la leona padece zoocosis, la enfermedad producidas en circos y zoológicos, que consiste en una serie de conductas repetitivas o estereotipadas provocadas por el estrés.
El santuario al que llegó la leona está ubicado en Stanford, Sudáfrica y se encarga de la reinserción a la vida salvaje de felinos que por diferentes motivos se encuentran lastimados y en cautiverio.