La causa de la chica de 24 años que denunció a seis rugbiers por abuso sexual está a un paso de quedar en la nada tras una pericia psicológica a la presunta víctima. En materia de policiales, el 2017 empezó conmocionado a nivel nacional con este caso en el que la joven dijo que había sido drogada y violada en grupo en una fiesta privada que se realizó en Chacras de Coria, Mendoza, el 22 de diciembre del 2016. El caso involucra al hijo de César Biffi, presidente del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados de la provincia.
¿Dónde fue la fiesta y qué se festejaba?
La fiesta era para celebrar que la Unión Rugby de Cuyo había salido campeona en el Seven de la República, disputado en Paraná, tras vencer 15 a 4 al seleccionado de Buenos Aires. Se realizó en un barrio privado de Chacras, en la casa del mánager, José "Gaita" Hervida, un hombre muy conocido en el ámbito del rugby.
¿Qué denunció la chica?
Ella dijo que al otro día de la fiesta sentía dolores vaginales y que no recordaba lo que había pasado. Empezó a pedir ayuda a otras personas que habían asistido a la fiesta para reconstruir los hechos. Su hermana y una amiga fueron claves en esta tarea. Ella denunció que había sido violada en grupo cuando estaba inconsciente.
"Lo último que me acuerdo es que vino uno de los entrenadores (Facundo Biffi, titular de la DEIE) y me dijo: '¿No vas a bailar este tema que es el tuyo?'. Así que charlamos, le enseñé el pasito y me acompañó a bailar en la ronda. Alguien me convidó un toc-toc y después otro chico me preguntó qué estaba tomando y le dije que un daiquiri de frutilla, por lo que me trajo uno. Ahí estuvo mi error, en confiar en lo que me convidaron", contó la joven.
¿A quiénes se imputó?
En un principio, el fiscal Hernán Ríos imputó a seis jugadores: Ezequiel Pelaia, Maximiliano Filizzola, Lisandro Biffi, Sebastián Vanin, Ignacio Ceschín y Enzo Falaschi. La imputación fue para todos por "abuso sexual agravado con acceso carnal y por la participación de dos o más personas". A medida que avanzó la investigación, la Justicia desligó a Pelaia y Filizzola.
También el mánager - José Hervida - fue imputado. En su caso fue por abuso sexual simple, un delito excarcelable, y quedó libre tras pagar una fianza de 150 mil pesos.
Las pruebas
Para investigar el caso se realizaron distintos tipos de peritajes. Uno fue para determinar si en el cuerpo de la joven había algún tipo de droga inhibidora de la voluntad o para establecer si mentía. Los resultados de ambos estudios dieron negativos, efectivamente no se acordaba de nada pro no había sido drogada.
Otra de las pruebas fundamentales en el caso fue que en las prendas íntimas de la joven y en su vestido había semen.
Un punto fundamental que compromete a los rugbiers son los mensajes de texto entre la víctima y el mánager. Es que al otro día de la fiesta, cuando ella trataba de reconstruir los hechos, le escribió a Hervida y le preguntó qué había pasado. Él le respondió que había tenido sexo con los cuatro deportistas que aún permanecen imputados.
Hay otro mensaje comprometedor. Cuando Hervida le nombra a Vanin, ella le escribe y éste reconoce haber mantenido una relación sexual con la joven, a la que encontró dormida, cuando subió las escaleras para ir al baño y vio a la joven en la cama.
La última pericia, clave
Los abogados de la chica solicitaron un nuevo peritaje psicológico y psiquiátrico para su clienta, cuyos resultados fueron entregados al fiscal a fines de septiembre pero trescendieron ahora, en una nota de Mendoza Post. Este peritaje coloca a la chica en desventaja, no obstante hay que esperar una nueva audiencia para saber qué decide la Justicia de Garantías con respecto a la imputacón de los rugbiers.
Las pericias determinaron que "no hubo en ningún momento conmoción afectiva" con lo que relataba. "Hizo un relato desafectivizado, sin vivencia interna emocional de conmoción o revivencia traumática. No se detectó coherencia interna, consistencia, ni compromiso emocional", dice el examen y agrega que fue contradictoria en su manifestación verbal y no verbal.
En cuanto a ese relato, las profesionales concluyeron que "no reúne suficientes requisitos de credibilidad" y que "la reconstrucción (de los hechos) es indirecta porque es por dichos de terceros".
Y agrega: "Se observa ausencia de esfuerzo por tratar de reconstruir lo sucedido. En sujetos que han padecido un trastorno de conciencia, siempre hay algún recuerdo".
