Según el informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec), el Gran Mendoza cuenta con un 41,5% de pobres y 8,8% de indigentes. La cifra corresponde al primer semestre del 2020, que se vio atravesado por la pandemia de coronavirus.
El estudio informó que 425.034 mendocinos viven en la pobreza y 89.627 son indigentes. Con estas cifras, la provincia sumó en un año 43.741 personas en situación de pobreza (3,9%) y 23.066 que viven en indigencia (2,2%).
Mientras que el 31% de los hogares mendocinos está bajo la línea de pobreza, la media nacional se ubica medio punto por debajo, en 30,4%.
A principios del 2020, el 38,6% de las personas eran pobres, por lo que en el último semestre, que tuvo más de dos meses de cuarentena, la cifra se incrementó un 2,9%.
Además, la indigencia está 1,7% por encima del nivel general en Argentina (10,5%). Esto significa que el 6,9% de los hogares mendocinos se encuentra bajo la línea de indigencia.
Tomando a Cuyo como punto de referencia, Mendoza tiene mayores índices de pobreza, ya que San Juan tiene un 35,8% y San Luis un 39,2%.
El economista Gustavo Reyes, de la fundación Mediterránea, indicó que el aumento de la pobreza se puede explicar casi en su totalidad por la caída del empleo y de los salarios. "El segundo trimestre, con las actividades afectadas por la cuarentena, se dio un colapso en la actividad económica", señaló.
Reyes comparó la situación actual con la crisis que vivió la provincia en el 2002. "En el segundo trimestre de este año, las actividades cayeron el doble que en ese entonces. La caída del empleo es tres veces más grande, tanto entre quienes lo perdieron como quienes abandonaron el mercado laboral porque no encuentran trabajo", informó.
Pronóstico positivo
Aún así, el panorama del tercer trimestre se muestra con mejores pronósticos debido a las reaperturas que se fueron generando. "Probablemente tengamos un número mejor. La mala noticia la tendremos por el lado de la inflación cuando empiece a subir porque será difícil que los salarios le ganen", observó Reyes.
En este sentido, la economista Paula Ariet resaltó que el salario cayó no sólo en términos de poder adquisitivo, sino también en los montos que se reciben.
A esto se suma la situación de quienes trabajan en la informalidad. "Ellos fueron los que padecieron mucho más esta situación. Directamente su salario desapareció", señaló Ariet.
Por su parte, el economista Roberto Roitman, vicedecano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, destacó que "lo que paraliza es la pandemia y no el aislamiento", poniendo como ejemplo a Estados Unidos. "Es el país donde menos acciones se tomaron y la economía cae igual".
A su vez, señaló que la recuperación dependerá de cada sector. "Algunos rubros crecieron mucho, como la informática y las telecomunicaciones. Otras están complicadas, como la gastronomía, los viajes y el turismo. En estos últimos casos, va a demorar más el proceso", afirmó.
En el país
El índice de pobreza en Argentina se ubicó en 40,9% al cierre del primer semestre, con un incremento de 5,5 puntos porcentuales respecto al 35,4% de igual período de 2019, según el informe.
En tanto, el índice de indigencia, entendido estos como los pobres cuyos ingresos no alcanzan ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida para la subsistencia, alcanzó al 10,5% en el primer semestre contra el 7,7 % de enero-junio del año pasado.
Entre ambas mediciones, la economía en su conjunto cayó 19,1%, la desocupación aumentó al 13,1%, del 10,6% anterior, y la inflación al 42,8%, según cifras del Indec. Fuente: El Sol