La Justicia de Mendoza emitió un fallo a favor de Sonia Laurencio (31 y de Ariel Villafañe (36) su amigo y donante, para que se realicen los estudios genéticos previos a la donación del órgano.
Técnicamente aún no está aprobada la ablación dado que necesita que un juez les permita saltar la valla que impone el artículo 15 de la ley 24.193 de trasplante de órganos y materiales anatómicos.
Sonia espera desde 2001, cuando entró a la lista de espera del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante). Un riñón que le permita dejar de hacerse diálisis todos los días. Un riñón que gracias a un amigo y a un fallo de la Justicia de Mendoza parece por fin estar más cerca. Falta, pero el camino está abierto.