El aislamiento social preventivo y obligatorio para frenar el coronavirus continuará hasta el 10 de mayo pero no será para todos igual. Así lo conformó en la noche del sábado el presidente Alberto Fernández.
En los conglomerados urbanos de más de 500 mil habitantes se va a mantener sin cambios, mientras que en los que tienen por debajo de esa población podrán habilitarse algunas actividades, aunque con ciertas condiciones.
Entre esos centros urbanos donde no habrá flexibilización mencionó específicamente al Gran Mendoza, junto a la ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario, entre otros.
La decisión presidencial se basa en que es en las grandes ciudades donde se concentra casi la mitad de los casos del país.
En las áreas con menor cantidad de población podrán retomar desde mañana algunas actividades, pero esto siempre y cuando lo avale cada gobernador y se cumplan cinco condiciones: que la duplicación de casos allí se dé cada 15 días o más; que el sistema sanitario tenga capacidad de respuesta; que se den las condiciones demográficas; que los exceptuados del aislamiento no superen el 50% de la población y que en la zona no haya transmisión comunitaria del virus.
Fernández aseguró que la Nación hará un seguimiento de las zonas liberadas y si se comprobara que la situación se desborda o se deja de cumplir alguna de las cinco condiciones mencionadas, entonces se volverá a la restricción vigente hasta ahora.
Esto implica que dejó en manos del gobernador mendocino, Rodolfo Suárez, si se flexibiliza la cuarentena en San Rafael o San Martín, por ejemplo, siempre y cuando cumplan las exigencias de la Nación.