La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (FOEVA) llamó al personal de bodegas y fincas a cumplir con la cuarentena. Desde las Bodegas Argentinas salieron a criticar la decisión.
La Federación que nuclea a los obreros expuso la falta de cumplimiento de normas y elementos para evitar el contagio de coronavirus. Desde las cámaras recordaron que están exceptuadas por decreto presidencial y que la medida del gremio afecta a la economía de Mendoza.
La respuesta de los bodegueros fue por medio de un comunicado desde Bodegas de Argentina desde donde apelaron a la "prudencia y responsabilidad" de los actores sociales a fin de que procuren evitar "adoptar decisiones generalizadas, contrarias a la política sanitaria vigente y que solo contribuyen a alterar la tranquilidad".
Sin dudas que el conflicto está latente para la industria vitinícola en Mendoza.
Los bodegueros esgrimen que la actividad vitivinícola se encuentra contemplada en dos de las excepciones dispuestas por el decreto presidencial.
"El artículo 6 del Decreto de Necesidad y Urgencia 297/20 establece como excepciones al cumplimiento del aislamiento social preventivo y obligatorio a dos supuestos directamente referidos a la actividad vitivinícola, a saber: Inciso 12: Industrias de alimentación, su cadena productiva e insumos; e Inciso 13: Actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización agropecuaria", afirman.
En tanto, la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas, sostuvo que no se están cumpliendo las medidas anunciadas el viernes pasado entre el Gobierno provincial y el sector empresarial y que faltan materiales básicos para impedir el contagio de coronavirus en las bodegas o galpones de empaque, como barbijos, guantes de látex o alcohol en gel, entre otros, por parte de las empresas.
Ante esta situación, el gremio decidió que los obreros deberán acatar y permanecer en cuarentena desde la hora cero de este lunes hasta el 31 de marzo. Esto implica, prácticamente, que la cosecha se detenga en toda la provincia.