Las autoridades provinciales presentaron una nueva herramienta tecnológica que sumaron al Laboratorio de Toxicología del Cuerpo Médico Forense y Criminalístico que permitirá obtener muestras y evidencias con mayor exactitud. En la presentación estuvieron el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, y el procurador de la Corte, Alejandro Gullé.
Se trata de un cromatógrafo líquido de ultra performance instrumental que permitirá identificar distintos tipos de sustancias tanto en muestras biológicas como en diferentes elementos no biológicos a peritar, relacionados con el suceso o hecho criminal que se investiga.
El equipo fue adquirido con fondos propios del Ministerio Público Fiscal a un costo de 500 mil dólares y sostuvo que es un aparato que "puede resultar útil, por ejemplo, para determinar la causa de muerte de una persona", entre otras utilidades.
"No hay ningún ministerio en el país que tenga un aparato de este rango, con el que se pueden detectar mínimas sustancias que se pueden encontrar en el cuerpo de una persona. Esto nos pone a la cabeza de los ministerios públicos y forenses del país", afirmó Suarez.
"Mendoza es la primera provincia en contar con esta tecnología, de última generación, para la lucha contra el narcotráfico. Podremos colaborar con ministerios públicos y forenses de otras provincias en las investigación de estos delitos que generalmente no se circunscriben a una jurisdicción", explicó el Gobernador.
Sobre el nuevo equipo
Un examen toxicológico siempre comienza con la utilización de técnicas preliminares o de screening que orientan la investigación y permiten descartar resultados negativos. Cuando el resultado es positivo, estos métodos no alcanzan a darnos la información suficiente para conocer si la sustancia analizada (por ejemplo, una droga de abuso), se encuentra en su estado activo o si es un metabolito inactivo producto de su transformación en el organismo.
Para ello, se debe seguir investigado con métodos de alta complejidad, como lo es este nuevo equipamiento, que aporta información precisa del compuesto implicado sobre su estructura química y concentración.
En el ámbito legal, esas diferencias, junto a una interpretación toxicológica minuciosa por un perito calificado, son pruebas imprescindibles para poder inferir si una persona estaba o no bajo los efectos de la droga en cuestión en el momento del hecho, así como para poder relacionar o no la sustancia encontrada en un cadáver con la causa de muerte que se sospecha.
Además, esta tecnología permitirá realizar análisis cuantitativos, siempre y cuando se tengan los testigos certificados de las sustancias investigadas y, de esta manera, se podrá conocer si la sustancia se encontraba en dosis terapéutica, dosis tóxica o letal.