A metros del Monumento Natural Puente del Inca se encuentra el Cementerio de los Andinistas. Allí descansan los restos de amantes de la montaña, la mayoría de ellos murieron escalando o el Aconcagua o algún otro cerro. También hay placas, botas, estacas u otros elementos de escalada en conmemoración a algunas personas que fallecieron en la montaña y sus cuerpos permanecen allí porque no pudieron ser rescatados.
Entre los muchos nombres que están grabados en las placas del cementerio figura el del austríaco Juan Stepanek, el primer muerto del Aconcagua.
Stepanek estaba radicado en Rosario y en 1926 junto a Miguel Gossier intentan escalar el coloso de América. Un temporal los mantuvo aislados durante 6 días en la montaña. Cuando pudieron retomar sus rumbos, Gossier decidió descender porque se le había terminado su licencia de trabajo y Stepanek emprendió el camino a la cumbre. Veinte años después su cuerpo fue encontrado en el Gran Acarreo a 6500 metros de altura, faltándole menos de 500 metros para alcanzar su meta.
Entre los montañistas hay una leyenda que reza que cuando alguien se desorienta en el Aconcagua, aparece frente a esa persona un escalador vestido con ropa muy antigua y camina delante suyo marcando el sendero hasta que ya no hay nada que temer. Una vez que el perdido recupera la calma, este guía desaparece entre las tinieblas. Varios coinciden en que ese hombre que los guía es Stepanek.
Vía País llegó hasta el Cementerio de los Andinistas por el proyecto llamado "Historias y Leyendas de pueblos de Argentina", que busca contar historias de distintos puntos del país.
El Guía en Turismo y Guía en Montaña Julio Mas contó que este lugar fue en un principio el cementerio ferroviario de Puente del Inca, pero que en 1929, con la muerte del británico Basil Marden, empezaron a enterrarse allí los andinistas fallecidos.
Se encuentran allí personas que fueron muy importantes en el mundo del montañismo como el primer escalador que hizo cumbre, el famoso guía suizo Mathias Zubriggen. O el primer argentino el llegar al Techo de América, Nicolás Plantamura.
Fotos y video: Pablo Quaglia.
Texto: Luciana Guzmán.