Luego del anuncio de Alfredo Cornejo realizado en la Asamblea Legislativa sobre la presentación de un proyecto de ley para que todos los presos de Mendoza con condena firme trabajen o estudien obligatoriamente, con el objetivo de "limitar el derecho al ocio" y contribuir a la "posterior reinserción a la sociedad", el juez de Ejecución Penal Sebastián Sarmiento analizó la medida.
A la misma la calificó como "interesante", aunque dejó claro que si no se acompaña de una fuerte inversión, "va a terminar como letra muerta o una buena intención".
“La intención es promocionar el empleo, pero nos vamos a llevar con una realidad: hay muy pocos cupos laborales, por lo tanto es necesaria una inversión y ampliar los lugares destinados para trabajo”, manifestó.
El magistrado aseguró que en la actualidad hay cientos de personas privadas de su libertad que han solicitado trabajar, pero el sistema laboral/educativo de las cárceles está colapsado. “Es un mito que los internos no quieren trabajar, que quieren dormir todos los días; quieren hacer una actividad, educativa, cultural, laboral, o lo que sea”, graficó.