La situación económica pesquera se agravaría si no se llega a un acuerdo con los países europeos por el BREXIT. Es por ello que los legisladores británicos en las Islas Malvinas, solicitan a Boris Johnson, que intervenga. Este pedido sería oportuno para garantizar la continuidad de la industria, ya que, con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, podría significar el pago de impuestos y aranceles que hasta el momento no pagaban.
Teslyn Barkman, miembro de la Asamblea Legislativa dijo que, como resultado del Brexit, las exportaciones pesqueras de Malvinas se verían sujetas al pago de aranceles por un monto que alcanzaría el 18% y sería pagadero a partir del 1 de enero de 2021.
Esto provocó la alarma en los miembros de la Asamblea, ya que los ingresos por la pesca en Malvinas, representa más del 40% del PBI isleño y hasta el 60% de los ingresos del gobierno británico en Malvinas. La funcionaria remarcó que, si bien están en condiciones de afrontar esta situación, deberían ajustarse y resaltó “nuestra economía se enfrenta a la tormenta perfecta”.
En el ámbito internacional europeo, no se está dando aplicación al pedido de continuidad libre de impuestos para la exportación pesquera proveniente de Malvinas. Es por ello que, Barkman señaló que no se puede permitir que sus voces no sean escuchadas. También remarcó que, desde el gobierno británico en Malvinas, se solicitó directamente la intervención del Primer Ministro, Ministro de Relaciones Exteriores o Ministro de los Territorios de Ultramar y Desarrollo Sostenible, ya que ellos son altos líderes dentro de la Unión Europea y podría efectuar, mediante la diplomacia, un cambio fundamental de esta situación.
Se hizo saber que, desde las esferas políticas en Malvinas, se continuará trabajando y apoyando a la Asociación de Compañías Pesqueras (FIFCA, por sus siglas en inglés), promoviendo la importancia de la actividad para los isleños y pujando por mantener abiertas las relaciones bilaterales entre Reino Unido y la Unión Europea, mantener las exportaciones pesqueras libres de aranceles, a cambio de mantener las licencias para los estados miembros de la Unión Europea y proposición de nuevos acuerdos entre los territorios británicos de ultramar y la Unión Europea.