Martín Balza: "no pasa un día que no rece por mis caídos en Malvinas"

Así señaló el ex Jefe del Ejército Martín Balza en una charla con Alejandro Fantino en Animales Sueltos, aclarando que lo hace extensivo a todos los combatientes caídos en combate.

Martín Balza
Martín Balza

Balza señala que "sus" caídos fueron pocos: Alberto Ramos, teniente, y el cabo primero Angel Fidel Quispe. "Habíamos salido de Paso de los Libres y en Pringles paran el tren y me dicen que tienen orden de desviarlo a Bahía Blanca. Ahí me dí cuenta que íbamos a Malvinas".

Fue, durante el conflicto armado, jefe del Grupo de Artillería 3 y  coordinador de Apoyo de fuego de la Agrupación Ejército Puerto Argentino.

"Nos asignaron tres Hércules y dos 737 para el personal, entonces tuve que seleccionar de entre 500 hombres unos 350". Al permitirle incrementar el número de suboficiales pudo seleccionar los que estaban más capacitados. Así, afirma que un 40% de la unidad eran suboficiales y con esa tropa aterrizan el martes 13 de junio de madrugada en Malvinas.

Martín Balza, su recuerdo como ex combatiente
Martín Balza, su recuerdo como ex combatiente

"Mi recuerdo de aquel 13 de junio de 1982 era el día de mi cumpleaños y los combates fueron más intensos. La artillería británica abrió fuego desde las 11 de la mañana hasta las cuatro de la tarde y a la noche hubo bombardeos navales y de Fuerza Aérea. Yo estaba recorriendo una de mis baterías al sur de Puerto Argentino y recuerdo con emoción que un soldado correntino me gritó: "póngase el casco mi teniente coronel". Yo estaba sin casco porque molesta y él me estaba cuidando a mí. Luego recuerdo que nos tiramos cuerpo a tierra y a 15 metros, el cabo primero Ángel Quispe, un jujeño, también se tira. Se produce una pausa de fuego de cuatro minutos. Entonces corro hasta mi puesto de comando que era un contenedor reforzado con tambores de 200 litros, con turba. Se sacudió todo, lo vemos a 20 metros a Quispe boca abajo. Entonces, grito al médico, viene y lo damos vuelta. La onda explosiva lo había matado. Lo vi, le hice la señal de la cruz, le corté la identificación y pedí que lo lleven al lugar de reunión de muertos. Muchos habrán pensado por qué Quispe y no Balza? Es cierto que los designios de Dios son difíciles de interpretar".

Concluye Balza que "el control del mar y el aéreo estuvieron exclusicamente en manos de los ingleses, por lo tanto las posibilidades de ganar la guerra eran nulas. Lo que se tendría que haber hecho el día 3 de abril es aceptar la resolución 502 de Naciones Unidas, que disponía el retiro de las fuerzas militares, y dejar allí fuerzas de seguridad, no fuerzas armadas: por ejemplo, gendarmería y prefectura".

Analiza que desde el 2 de abril al 1 de mayo se trataba de una crisis, con negociaciones, etc. A partir del día 1 de mayo se inicia la guerra. "La inoperante conducción política, militar y diplomática desconocieron todo, sobre todo que para negociar lo ideal es hacerlo antes de que se inicien las acciones. Hubiera sido inteligente haber aceptado el 3 de abril y negociar, porque se había internacionalizado que estábamos luchando por una causa histórica, geográfica y jurídicamente nuestra".