Este 10 de agosto es la tercera jornada de paro en la provincia. En este sentido más de un gremio se unió al reclamo de aumento salarial.
Desde la semana pasada los docentes anunciaron que no darían clases lunes, martes y miércoles para adherirse a la manifestación en pedido de un mejor sueldo.
Un docente se hizo pública en redes estos días contando la tarea que llevan a diarios varios colegas de él. Adrián Chaparro expresó su pesar en una carta extensa que cuenta lo que viven cotidianamente.
El docente es de Maipú, enseña en un colegio primario y como hobby tiene ser guardavidas en temporada.
La carta del maestro:
“Luego de sacar a los chicos me vuelvo a aula como cada día a limpiar los trastos y los materiales tirados porque sé que cuesta y ayudo a mis compañeros celadores”, comienza el relato.
Adrián cuenta como entre el cuerpo de educadores cuidan los materiales de limpieza porque si se pierden o les pasa algo son difíciles de conseguir. También relata como guarda cada dibujo olvidado porque valora cada trabajo de los alumnos.
“Me voy muchas veces sólo pero con el saludo de los celadores cuando cae el sol, regalando media hora más de jornada cada día pero sabiendo que hice algo bien, mi trabajo”, continua la carta.
El docente de SADOP Maipú cuenta que mientras hace ese tiempo extra piensa como descuida a su hija pequeña, quien lo espera para jugar todos los días.
“El Director General de Escuelas se dignó en decir en qué nos negamos a la presencialidad, todo es político, acusando con nombres y apellidos puntuales. Ninguneando los reclamos de cada uno de los docentes”, afirma.
La mayoría de los padres apoyan este reclamo salarial porque entienden que la educación está mal paga, pero muchos otros critican que los estudiantes pierdan clases y piden que hagan paro en otro horario.
Los docentes se hacen cargo de corrección, planificación, armados de trabajos nuevos y demás tareas porque no suelen tener solo un curso.
“El docente labura mañana, tarde y noche en las aulas, en primarias, en secundarias, en cens, cebja o terciarios”, agrega Adrián.
El trabajador apunta que lo único que reciben del jefe de la cartera educativa es maltrato verbal y abusos.
“Nunca pare de dar clases, de llenar planillas y realizar trabajos administrativos. Ni siquiera cuando cuidaba a mi madre en el hospital a la madrugada. Lo sabe mi familia, mis compañeras de trabajo, y qué satisfacción tengo? Sólo el dolor de no haber estado enteramente con ella, en cumplir y no tomar licencias (que tengo por derecho)”, relata.
Este es el caso de varios docentes que por el descuento de la presencialidad en las aulas pasan problemas personales sin tomar licencia.
“Hoy tengo que escuchar que van a quitar más plata (ítem aula), ya me quitaron la sonrisa y la felicidad de dar clases en las aulas”, comenta desganado el docente.
Para finalizar, Chaparro dice basta! El cansancio de los dichos de dirigentes hace que luchen por la dignidad y por alguien que los represente realmente.