En el marco del Caso Arcoiris, la madre de la niña abusada por su abuelo paterno pidió protección para ambas. Frente a esta causa de La Rioja, la Corte Suprema de Justicia determinó que el progenitor de la víctima no podrá acercarse más a ellas ni intimarlas o perturbarlas.
Esta medida de protección para ambas, que habían denunciado los casos de abuso sexuales en reiteradas veces, pero sin lograr nada, fue gracias al pedido de ayuda de organismos nacionales que tomaron intervención, según informó La Rioja/12
“Desde el Ministerio de Justicia de la Nación se informa que la niña habita en una casa que está bien y se acreditan todos los derechos de la niña. Hay una resolución del Poder Judicial de la Nación, en donde la Oficina de Géneros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación establece prohibir el acercamiento del denunciado, prohíbe el contacto con la madre y la menor”, afirmó la abogada Élida Barrera al medio.
Por lo tanto, la medida dispuesta establece que el denunciado no podrá tener contacto con Delfina Zarranz y su hija “Arcoiris” de ningún tipo, ni siquiera vía telefónica, por correo electrónico o por terceros. A su vez, deberá detener todos sus actos de intimidación y perturbación que efectúa directa o indirectamente contra la denunciante.
Los antecedentes del Caso Arcoiris
La madre de la víctima, quien se separó de su expareja por sufrir violencia de género, había radicado dos denuncias ante la Justicia entre 2018 y 2019. De esta forma, acusó al abuelo paterno de la pequeña de haberla sometido en reiteradas ocasiones a abusos sexuales.
Si bien al principio las autoridades judiciales ordenaron una medida de restricción al abusador, el sujeto no fue detenido y, encima, trataron de revincular a la niña con la familia del agresor.
“Arcoiris”, nombre ficticio de la niña que actualmente tiene 6 años, fue sometida a la Cámara Gesell y declaró en 10 oportunidades que deseaba vivir con su madre lejos del progenitor y el padre de este. Al mismo tiempo, las pericias evidenciaron que efectivamente había sufrido abuso sexual infantil.
Frente a esto, muchas agrupaciones y organismos sociales, feministas, institucionales y más de 500 personalidades de distintos ámbitos reclamaron por los derechos de “Arcoiris” y su madre. En este sentido, también acompañaron a la periodista riojana Manuela Calvo, quien sufrió un allanamiento en su domicilio por intentar darle difusión al caso.
No obstante, además de la irrupción a la casa de la comunicadora, también estaban previstos otros allanamientos que fueron dejados sin efecto debido a la indignación que produjo el primero. A Calvo le quitaron sus aparatos tecnológicos, los de su marido e incluso toda la información sobre el Caso Arcoiris, así como la censuraron en las redes sociales.