Los noventa minutos de la segunda final del no fueron de lo mejor. El estadio "Carlos Augusto Mercado Luna" contó con un tremendo marco de público y si bien los protagonistas quedaron en deuda, la emoción y el nerviosismo por la definición del título taparon todo de "Rojo y Negro".
En los penales fue para el "Tripero", que se quedó con el festejo en los penales, por 6 a 5, donde Guillermo Saquilán convirtió a Cristian Reyes en la gran figura de la definición.
El trámite del partido fue demasiado flojo durante los noventa minutos, donde hubo pocas ocasiones claras de gol. Los dos equipos se cuidaron demasiado, se encargaron de defender principalmente y prácticamente, no inquietaron a los arcos rivales.
En la etapa inicial, Rioja apenas fue más punzante pero no tuvo las ideas necesarias para poder tener profundidad y llegar con serio riesgo al arco defendido por Cristian Reyes.
El elenco "Rojinegro" fue el que tuvo la más clara, tras un centro desde la derecha que no pudo conectar Marco Cáceres y hubo un par de chances donde David Romero Neyra no tomó las mejores decisiones y se apresuró disparando desviado.
El resto de acciones fueron de mucha lucha en el mediocampo y muchas imprecisiones en el traslado de la pelota, lo que derivó en que los arqueros casi pasen inadvertidos.
Durante la segunda etapa el juego no varió demasiado, ya que siguieron con la misma tónica, la de no arriesgar demasiado y ni siquiera las oportunidades de juego aéreo aprovecharon, lo que no pudieron generar tampoco a través de conexiones futbolísticas de los que más saben con el balón.
Los entrenadores apostaron a los cambios, pero no pudieron torcer la historia que pareció encapricharse a prolongar la definición a una vibrante ejecución de los penales, donde la suerte cayó del lado del "Rojinegro", ya que se impuso por 6 a 5 y terminó desatando un nuevo festejo con toda su parcialidad, por el Tricampeonato.