Mientras Diego Maradona permanece internado en el segundo piso de una clínica platense, en la calle varios fanáticos vigilan a su ídolo y lo acompañan con banderas que dicen "Quien ama no olvida. Fuerza, Dios" y "Sin Dios no hay templo".
Maradona ingresó a la clínica Ipensa el lunes, con un cuadro de deshidratación y un bajón anímico que derivó en desarreglos con su medicación y una recaída en su adicción al alcohol, indicó TN.
Paralelamente, este martes Diego será hisopado por coronavirus, después de que uno de sus custodios diera positivos la semana pasada, como le indicó su médico personal Leopoldo Luque.
Junto a los fanáticos, en la puerta de la clínica se agolpa también la prensa, a la espera de novedades sobre el estado de salud de Maradona, cuyo próximo parte será a las 10.
"Diego está lúcido, orientado en tiempo y espacio, maneja los cuatro miembros pero se lo ve amarillo y un poco débil, por lo que se le aplicará hierro, se le realizarán hepatogramas y otros análisis. Uno lo internó para mejorar algunos aspectos, como por ejemplo la anemia que lo mantiene débil", explicó su médico en la puerta del sanatorio.
"A él le afectan las situaciones afectivas como a todo el mundo. La idea es hidratarlo bien, porque si quiere se para y se va. No es un cuadro grave. Hoy lo fui a ver a su casa, porque veía que algunas cosas hay que mejorar. Lo veo desganado y a veces enojado, que no me quiere recibir, por lo que hay que tomar decisiones antes que algo empeore", apuntó.