Miles de jóvenes jujeños renovaron el pasado domingo su fe y le rezaron oraciones a la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya tras peregrinar hasta el santuario ubicado en esa localidad, siete kilómetros al sur de San Salvador de Jujuy, donde con ese contexto multitudinario se desarrolló el programa de misas durante la mañana y la tarde. Fue también la oportunidad para que el padre Germán Maccagno, párroco del santuario, confirmara el avance en la construcción de lo que será una casa de retiros espirituales en el lugar.
Junto a sus familiares o bien solos o con sus parejas, los fieles honraron a la santa patrona del pueblo de Jujuy en la quinta peregrinación de octubre que, como las anteriores, se vivió en un marco de alegría, festividad y de profundo sentimiento católico.
“LA VIRGEN NOS FORTALECE Y NOS DA ANIMO”
“Para nosotros este encuentro con la Virgen nos llena el espíritu de felicidad, nos fortalece y nos da ánimo para estar mejor cada día”, dijo Jorge Gutiérrez, un feligrés llegado desde la ciudad de Perico -poco más de 20 kilómetros del santuario- que participó en la misa de las 8:30 que fue oficiada por el obispo de Jujuy César Daniel Fernández.
El joven de 27 años, quien se levantó bien temprano el domingo para estar presente en Río Blanco, se mostró “orgulloso” de pertenecer a una “comunidad que confía en Dios y se rinde con devoción ante la Virgen María”, dijo.
Gonzalo (31) es otro joven que junto a su novia llegó hasta el campito de la Virgen de Río Blanco para tomar parte de la eucaristía y vivir a pleno las celebraciones en su honor: compartió mensajes de paz y de unidad entre abrazos con el público que se acercó al lugar pese a la agobiante jornada con más de 30 grados de temperatura.
“Tenemos una gran admiración por la Virgen y a ella le pedimos que nos cuide, que nos dé salud y nos proteja. Le agradecemos por todo lo buena que es con nosotros”, expresó.
El domingo anterior no hubo peregrinaciones con motivo de las elecciones presidenciales, por lo que la programación se reanudó este fin de semana con la convocatoria a los jóvenes de toda la provincia y sus familias, mientras que el próximo domingo se vivirá “la fiesta del pueblo” en Río Blanco.
“EL PUEBLO JUJEÑO ES MUY CREYENTE”
“Sentimos una gran adoración por la Virgen de Río Blanco que se expresa en cada jornada de peregrinación como esta en la que participé junto a mi hijo y rezamos para que le vaya bien a nuestra familia y a todos los jujeños. El pueblo jujeño es muy creyente y eso se ve en lo largo del año”, afirmó Andrea Vidaurre (35), quien llegó desde el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy.
Así como ella, muchos jóvenes partieron desde casas, de sus barrios, templos o parroquias, portando imágenes de la Virgen a la que camino al santuario le dedicaron cánticos, oraciones y la música que le aportaron las bandas de sikuris, infaltables en las festividades religiosas más importantes de la provincia.
El sábado 4 de noviembre peregrinarán gauchos y paisanas, habrá misa, vigilia y la Banda de Música de la Policía de Jujuy ofrecerá una retreta.
“El próximo domingo se va a hacer el cierre de todas estas celebraciones en honor a la Virgen con un acto protocolar a las 8:30 y misa a las 9:00 con muchos invitados, procesión y desfile de instituciones gauchas para finalizar con una muestra de los emprendedores de Río Blanco”, adelantó el padre Germán Maccagno, párroco a cargo del santuario de la Virgen, para invitar a la comunidad a sumarse a la iniciativa.
RÍO BLANCO, UN CENTRO ESPIRITUAL
Por otra parte, comentó además que “está en construcción” una casa de retiros espirituales, “para que Río Blanco sea un centro de retiro espiritual para toda la diócesis de Jujuy”.
Jujuy vive a lo largo de octubre las honras a su patrona, la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya -que celebró su día el 7 de octubre-, con peregrinaciones multitudinarias que se acrecientan año tras año entre ruegos y múltiples demostraciones de fe de los creyentes, muchos de los cuales llegan a caminar hasta más de 100 kilómetros en procesión para ratificar su advocación mariana.
Las peregrinaciones empezaron hacia el siglo 19 y hasta principios del 20 había solo una, el segundo domingo de octubre. Recién después de la creación de la diócesis de Jujuy, se extendieron a los cuatro domingos del mes.