Opinión: Un nuevo intento de poner en jaque a la República

Impunidad y cero seguridad jurídica para los argentinos de a pie. Por Mario Alejandro Pizarro*

Opinión: Un nuevo intento de poner en jaque a la República
Mario Pizarro, secretario de Energía de Jujuy.

La pretensión del Gobierno Nacional de cambiar la forma de designación del Procurador Fiscal de la Nación permitiendo que sea designado por mayoría simple, nos concierne a todos los argentinos y nos mueve en defensa propia.

El kirchnerismo, de esa manera, apunta a someter a la Justicia a sus propios designios, aprovechando una mayoría circunstancial que lograría con propios y algunos no tan extraños.

Alguna vez Cristina Fernández renegó del sistema republicano, atribuyéndole vetustez y catalogándolo de anacrónico. Lo que no dijo es que, de ese sistema, le molesta la independencia del Poder Judicial.

Dicho en otras palabras: no quiere jueces que decidan libremente sino que dependan del Poder Ejecutivo, que le respondan. Objetivo final: su impunidad y cero seguridad jurídica para los argentinos de a pie.

HACIA UNA DEMOCRACIA RESTRINGIDA

Los países que respetan las libertades públicas y progresan verdaderamente en el mundo, tienen jueces independientes. O sea, son republicanos. Todos los países autoritarios lo son gracias a tener una justicia adicta. O sea, no son republicanos. Esta es la aspiración del Gobierno Nacional - Cristina Fernández de Kirchner, La Cámpora, y acólitos.

Este arrebato sobre la Justicia, que apunta a dar otros pasos en el mismo sentido, se dirige hacia una democracia restringida en una primera instancia, hasta desembocar en el más rancio autoritarismo.

Estamos frente a un intento de altísima gravedad para los argentinos porque, entiéndase bien, lleva en su seno un inconfundible sesgo absolutista y totalitario. No es casual que, en plena pandemia y preocupación del ciudadano común por la falta de vacunas -producto de la ineficiencia e improvisación del Gobierno Nacional-, quieran asestar un golpe de esta magnitud al sistema.

Buscan esto no para que la Argentina progrese. Tampoco para que vivamos mejor. Mucho menos para que el nuestro sea un país progresista, con salud, educación y trabajo para todos. Por el contrario, se busca menos libertad y menos progreso, y sí hombres y mujeres sometidos a la voluntad del Estado. Ergo, menos democracia.

Frente a esto, los argentinos debemos reaccionar en defensa propia.

(*) Presidente de la Convención Provincial de la Unión Cívica Radical.