La Justicia puso fin al infierno que vivieron dos niñas con su propio padre violador

El depravado abusó de sus dos hijas durante varios años; la Justicia de Jujuy lo condenó a 14 años de prisión.

La Justicia puso fin al infierno que vivieron dos niñas con su propio padre violador
El Tribunal con Función de Juicio que condenó a J.C.R., integrado por Felicia Barrios, Mario Ramón Puig y María Margarita Nallar.

Dieciocho años después de que comenzaran a ser atacadas, y marcadas de por vida por el horror de lo que su propio padre les hizo vivir, dos jóvenes tuvieron finalmente respuesta de parte de la Justicia de Jujuy, que condenó a J.C.R. a la pena de 14 años de prisión efectiva tras juzgarlo autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal en tres hechos, y abuso sexual simple reiterado, en concurso real y agravados por el vínculo y por ser las víctimas menores de 18 años de edad”.

Los hechos ocurrieron en la localidad de Fraile Pintado (a 97 kilómetros de San Salvador de Jujuy) y el componente aberrante de estos ilícitos lo constituye el hecho de que el abusador es el padre biológico de las víctimas, a lo que se suma la circunstancia de que las menores convivían con él y estaban a su cargo.

VIOLÓ A SU HIJA PORQUE ESTABA DE NOVIA

De acuerdo al expediente, entre los años 2006 y 2007 fue cuando se cometió el primero de los delitos contra la integridad sexual de una de las víctimas, en momentos en que la familia, integrada por J.C.R., dos niñas y la progenitora, convivía en un domicilio de dicha localidad.

El condenado, encontrándose a solas con una de las menores que por entonces contaba con 10 años de edad, aprovechando la situación y valiéndose de amenazas y engaños, abusó sexualmente de la niña.

La situación se repitió en el año 2009 cuando el depravado se enteró que la niña, ya preadolescente de 13 años, se encontraba en una situación de noviazgo.

Valiéndose de la fuerza la condujo a una de las habitaciones del inmueble donde convivían y la sometió sexualmente, ataques que el energúmeno repetiría un número indeterminado de veces hasta que la víctima cumplió 16 años, relató la fiscalía.

HIZO AÑICOS LA INFANCIA DE SU NIÑA

Casi simultáneamente ese mismo año -2009- el sujeto comenzó a abusar sexualmente de la otra hija, que en esos momentos tenía 10 años de edad.

Con similar modus operandi que en el otro caso, aprovechando que la pequeña víctima dormía, el degenerado irrumpió en la habitación y la asaltó sexualmente, amenazándola también para que callara y no revelara lo sucedido.

Los siniestros ataques del padre contra su hija continuaron en el tiempo y la situación se reiteró en numerosas ocasiones en el propio hogar familiar hasta que la menor cumplió, como su hermana mayor, 16 años de edad.

Constituidos en el recinto de audiencias de la Oficina de Gestión Judicial, los magistrados denegaron el pedido de prisión domiciliaria para el condenado J.C.R. y ordenaron su inmediato traslado a la cárcel.
Constituidos en el recinto de audiencias de la Oficina de Gestión Judicial, los magistrados denegaron el pedido de prisión domiciliaria para el condenado J.C.R. y ordenaron su inmediato traslado a la cárcel.

PRETENDÍA EL BENEFICIO DE PRISIÓN DOMICILIARIA

Tras juzgar los hechos, el Tribunal con Función de Juicio integrado por los jueces Mario Ramón Puig (presidente), María Margarita Nallar y Felicia Barrios (vocales), con secretaría a cargo de Héctor Mario Bernal, resolvió condenar a J.C.R. a la pena de 14 años de cumplimiento efectivo, no haciendo lugar al pedido de prisión domiciliaria solicitado por la defensa.

El Tribunal asimismo ordenó el inmediato traslado del condenado a los pabellones carcelarios del Servicio Penitenciario de la Provincia, donde purgará la pena.

Voceros del Poder Judicial de Jujuy puntualizaron que al haber sido consentida la sentencia, se la tiene por firme, por lo que se ordenó la obtención del perfil genético de J.C.R. para su eventual incorporación al Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.

Cabe destacar que en el proceso participaron, en representación de la Fiscalía, Alfredo José Blanco, quien había solicitado una pena de 17 años de prisión en iguales términos que la representante de la querella ejercida por el Centro de Asistencia a la Víctima, Ana Laura Eliazarián.

La defensa técnica del acusado fue desempeñada por el abogado Argentino Eligio Juárez, quien había solicitado para su cliente la absolución por beneficio de la duda.

También se indicó que oportunamente, en el plazo establecido por el Código Procesal penal de la Provincia, se dará a conocer los fundamentos de la sentencia.