Con la presencia del Gobernador de la Provincia, quedó inaugurada la Escuela Secundaria Rural Virtual Nº5 mediada por TIC en la localidad de Arrayanal, perteneciente al departamento de San Pedro. En su discurso, el mandatario hizo hincapié en la fuerte inversión educativa que va realizando la gestión de gobierno que, en solamente 18 meses, construyó e inauguró el 30% de lo que se hizo en todo un siglo en toda la provincia.
El nuevo edificio de la Escuela Secundaria Rural Virtual Nº 5 dispone de tres módulos funcionales cubiertos, conectados mediante espacios intermedios semicubiertos. Estos pueden llegar a ampliarse a futuro y a medida que el programa y las necesidades sean mayores. Tienen comedor/SUM, cocina, depósito, fueguero/horno de barro, área pedagógica, sanitarios para mujeres, varones y personas con discapacidad, albergue y baño para docentes, sala de netbooks, galerías y oficina. Además, se dispuso de paneles fotovoltaicos, calefón solar y biodigestor, elementos que aportan a la maximización de la eficiencia energética de la construcción.
“A esta escuela la construyó el sol de la Puna”
Aseguró el mandatario haciendo referencia a la energía solar de la planta Cauchari; para luego llamar a “fortalecer el concepto de la educación pública de calidad” y con ello “garantizar el principio de igualdad”.
El financiamiento dirigido a estas obras será cubierto con la renta proveniente de la venta de energía renovable que produce la planta solar Cauchari, cuya renta será de 1.200 millones de dólares en 20 años y arrojará ganancias de 500 millones de dólares para la provincia. Los fondos, que hoy provienen de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), son destinados a la construcción de 258 escuelas nuevas, refacción integral y ampliación de 700 edificios educativos, construcción de una red de conectividad de 2.000 kilómetros y un componente de formación docente continua.
La ministra de Educación, María Teresa Bovi, recordó que “a principio del siglo 20 los estudiantes llegaban a Arrayanal caminando, a caballo o montados en la zorra del ferrocarril, porque querían formarse” y añadió que “con el tiempo los jóvenes del lugar debieron trasladarse a San Pedro, Calilegua y La Esperanza con el mismo propósito, pero ahora tienen un lugar digno para educarse, accediendo a una oferta educacional acorde a los desafíos que depara el mundo del trabajo”.