Un grupo jujeño de madres y padres de niños con autismo inició una campaña que promueve la colocación de "arbolitos azules" para identificar hogares donde haya personas con dicho síndrome, a fin de que sus vecinos no utilicen pirotecnia para sus festejos y los ayuden a disfrutar también de las fiestas de fin de año.
La iniciativa apunta además a generar conciencia sobre el sufrimiento que provoca el uso de la pirotecnia sonora en las personas con autismo, por lo que también se distribuirá folletería en las distintas localidades donde residen, dijo Elizabeth Aybar, una de las madres impulsoras de la campaña.
Un arbolito, coronas navideñas o cualquier otra guirnalda u ornamentación azul, que es el color símbolo de las personas con síndrome de autismo, colocado en las puertas de las casas será la señal para que los vecinos puedan saber que en ese hogar hay un niño o una persona adulta con autismo.
El objetivo es que por solidaridad no se use pirotecnia sonora, con la merma de la cantidad de cohetes que se lanza y también los horarios en los que se lo hace.
"Que de a poco, una, dos, tres familias se vayan sumando y no tiren cohetes para nosotros ya es mucho y de gran ayuda", aseguró Aybar y explicó que ponen el acento en las fiestas de fin de año porque el volumen de fuegos artificiales que se dispara es mayor que en otros eventos, en los que también esperan que no se use pirotecnia.
Agregó que en las fiestas se enfrentan a que "no solo se tiran cohetes minutos después de las medianoche, sino que sucede intermitente hasta altas horas de la madrugada y hasta el día siguiente".
Sobre cómo afecta el uso de pirotecnia a las personas con autismo, explicó que "aquellos que tienen hipersensibilidad auditiva, sufren taquicardias, sudoración y un estado nervioso crítico, pudiendo llegar a convulsionar o darle un ataque al corazón".
Además, por el estado en el que caen hasta pueden "lesionarse o autolesionarse de diferentes maneras, ya que les duelen los oídos y la cabeza y no entienden por qué".
Sobre lo que puede llegar a ocurrir, puso de ejemplo que en su caso tiene un hijo de cinco años, llamado Juan, al que pueden contener por ser todavía chico, pero no pasa lo mismo con jóvenes o adultos.
Recordó que en el pasado mes de septiembre, durante la Fiesta Nacional de los Estudiantes, se usó pirotecnia y "un adolescente con autismo se encerró en el baño de su casa y se quiso cortar las orejas por el dolor que tenía, aunque gracias a Dios no llegó a hacerlo".
Finalmente, sobre la implementación de una ley de pirotecnia cero en la provincia, Aybar comentó que recientemente se reunieron con el vicegobernador Carlos Haquim, quien asumió el compromiso de impulsarla, pero que, de momento, no encontró espacio en la Legislatura para ser tratada.
La iniciativa en Jujuy se realiza en coincidencia con la campaña a nivel nacional "Más Luces, Menos Ruidos" por festejos sin pirotecnias.