Ataque de ira, mezclado con una reacción inesperada y muy violenta. Eso fue lo que sucedió en el Vaticano con un hombre que se enojó porque no le permitieron ver al Papa Francisco.
El hombre, un turista egipcio, destrozó dos estatuas de la Santa Sede ante la negativa de poder presentarse frente al Sumo Pontífice. Los bustos que destrozó tienen casi 2.000 años de antigüedad. Debieron ser enviados a un laboratorio para poder ser restaurados.
La insólita situación se dio este miércoles en horas del mediodía italiano, y tras destrozar los monumentos, el hombre intentó escapar, pero fue apresado por la Policía.
El visitante es de edad media, y procedía de los Estados Unidos. “Es un gesto de una persona trastornada”, dijo el vocero de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Los bustos destrozados, los cuales estaban anclados, no quedó claro cómo fue que terminaron en el piso. Y entre los daños que presentaron, uno de ellos quedó con la nariz rota y el otro partido en su base.
Pero según los restauradores del lugar, “no tuvieron daños relevantes y ya fueron enviados al laboratorio para ser restaurados”.
Lo informado por el diario ABC de España es que las esculturas forman parte de la colección expuesta en el Museo Chiaramonti, situadas en la galería que conecta el Palacete Belvedere con el resto de los Palacios Vaticanos.