Este lunes se confirmó que detuvieron a Matteo Messina Denaro, se trata de uno de los “capos de los capos” de Cosa Nostra, uno de los grupos más temidos de la mafia italiana. Hacía 30 años que estaba escapando de la Justicia y fue detenido por los Carabineros.
El jefe del grupo delictivo, con sede en Sicilia, en el sur de Italia, estaba en una clínica sanitaria privada, donde acudió a recibir un tratamiento médico. Inmediatamente, la policía lo llevó a un lugar secreto después de la detención para que sus seguidores no puedan liberarlo, como pasó en México con el Chapo Guzmán.
“Una grande victoria del Estado, que demuestra que no se rinde frente a la mafia”, destacó en redes sociales la premier Giorgia Meloni tras el arresto del criminal que estaba prófugo desde 1993 y había recibido varias condenas a cadena perpetua.
La investigación que condujo a la captura del jefe de la mafia de Castelvetrano, en la también siciliana provincia de Trapani, fue coordinada por el fiscal de Palermo Maurizio de Lucia y el fiscal adjunto Paolo Guido, informaron las autoridades.
Quién es Matteo Messina Denaro, el mafioso italiano más buscado
Conocido como Diabolik, por su admiración por un cómic italiano, viene de una familia de tradición en la mafia, ya que su padre, Francesco Messina Denaro, fue el capo de Castelvetrano, una de las mafias más importantes de Sicilia. Para sus 18 años, ya había cometido su primer asesinato y algunos investigadores creen que él mató a 50 personas directamente.
Una vez que se dio la muerte de su padre en 1998, fue el encargado de reorganizar a 20 familias que componían la mafia de Trápani, en uno de los distritos de Sicilia que formó la base de la Cosa Nostra, junto con las familias más poderosas de Palermo.
Las conexiones de la mafia que lideraba Messina Denaro llegan desde Nueva York, donde generan el tráfico de cocaína, como también tiene vínculos en África y en Sudamérica, con intereses en Venezuela.
Se lo considera como uno de los autores intelectuales de los atentados de 1993 que terminaron con la vida de dos magistrados antimafia, Paolo Borsellino y Giovani Falcone, la esposa de éste, Francesca Morvillo, y ocho agentes de la escolta.
Hoy, a sus 60 años, está condenado a cumplir con varias cadenas perpetuas por esos atentados que ocurrieron en Roma, Milán y Florencia que terminó con la vida de varias personas.
El poder del considerado último jefe de Cosa Nostra, el último de los “corleoneses” se demuestra no sólo en su amplia red de contactos y testaferros que se ha procurado en estos años, sino que también se puede cuantificar en los más de 4.000 millones de euros que se ha confiscado a su entorno.
De él solo se tenían pocas fotografías de hace 30 años y el último retrato robot incluye nuevos detalles confiados a la Policía por parte de algunos de los detenidos de su entorno.
La nueva imagen le describe algo más anciano, con el pelo teñido de negro, con algo más de peso, pero sobre todo sin las gafas oscuras con las que se le conocía debido a problemas de vista.