Encontraron sin vida a Aida Rostami, una médica de 36 años que curaba a los manifestantes heridos en Teherán, Irán. Aunque las autoridades dicen que perdió la vida en un accidente, sus allegados denuncuan que el régimen la asesinó.
Un cuerpo lacerado que lleva las marcas de los tormentosinfligidos, en un estado que desmiente, sin lugar a dudas, la hipótesis del accidente vial acreditado por las autoridades iraníes, como ya ocurrió en otros casos similares.
Horroriza leer los relatos de los activistas, publicados en el sitio IranWire, que hablan de un cuerpo aflagelado, con las manos fracturadas, la mitad del rostro aplastada y el ojo izquierdo con varios puntos de daño, todo por el impacto realizado “con un objeto duro”.
La noticia de la muerte de la mujer, aparecida a comienzos de la semana y luego restituida sin vida a la familia, desencadenó perplejidad y shock, mientras en el fondo proliferan las protestas que comenzaron tras la muerte, tres meses atrás, de Masha Amini cuando estaba en cautiverio bajo control de la policía moral.
En un Irán conmovido y dividido por las manifestaciones, no se aplaca siquiera la ola de arrestos, miles desde que comenzaron las revueltas, y asciende al menos a 469 los muertos, el balance de las víctimas según la ONG con sede en Noruega, Iran Human Rights.
Irán detuvo a la actriz más famosa del país
Taraneh Alidoosti, estrella de la película ganadora del Oscar “El cliente’', fue encarcelada por el régimen por haber publicado mensajes solidarios para con el hombre ejecutado el 9 de diciembre.
“Su nombre era Mohsen Shekari. Todas las organizaciones internacionales que observan este derramamiento de sangre y no toman medidas, son una vergüenza para la humanidad”, había expresado la actriz de 38 años en su publicación.
Según el canal oficial de los medios de comunicación estatales en Telegram, Alidoosti fue detenida porque no aportó “ningún documento acorde con sus afirmaciones’'.