La hambruna en África no es un tema actual, sino más bien, data desde hace muchísimas décadas. Lo que preocupa en los tiempos que corren son las cifras de muertes vinculadas con la falta de alimentación, las cuales muestran números sumamente alarmantes.
Particularmente, la pobreza más extrema se registra en lo que se conoce como el Cuerno de África, en la zona oriental del continente, donde desagua el mar Rojo con el océano Índico, en la parte meridional del golfo de Adén.
Al mismo tiempo, en la región del Sahel, la parte continental que se ubica en la zona sur del desierto del Sahara, unos 18,6 millones de habitantes viven en condiciones de extrema inseguridad alimentaria.
Cada 36 segundos muere una persona en África por hambre
La alarmante estadística responde a tres países propios del Cuerno de África: Etiopía, Kenia y Somalia. Este dato se desprende de un informe que dieron a conocer Unicef y las ONGs Care y Oxfam.
Además de la falta de políticas que acompañen la paupérrima situación de estas personas, la hambruna -según el informe-, también se da por la sequía, el cambio climático y los conflictos políticos y bélicos en la región.
Sobre este último punto, Etiopía se encuentra atravesando la guerra en la región de Tigray, un conflicto que data de noviembre de 2020, que involucra a las autoridades regionales y a las gubernamentales.
En Somalia, la población se ve afectada por el extremismo islamita, a lo que se suma la peor sequía en los últimos 40 años en el país. Algo similar sucede en Kenia, donde millones de habitantes sufren por una gran sequía. Cabe destacar que hace cinco temporadas que las precipitaciones son insuficientes en la región.
Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), determinó que unos 22 millones de personas están amenazadas por la hambruna en estos tres países.
“Se prevé que entre abril y junio, más de un tercio de la población somalí (6,5 millones de personas), esté en crisis alimentaria, con proyecciones de hambruna” comentó Mathilde Casper, de la ONG Care.
Entretanto, lo que respecta a la región del Sahel, que abarca a Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria, unos 18,6 millones de personas también se ven afectadas por la hambruna.
Casos particulares, como el de Burkina Faso, evidencian que el país está desestabilizado por una insurrección yihadista. En Níger, sequías, inundaciones y conflictos armados son la tónica que envuelve al país, todo esto lleva a una “caída de la producción de cereales de casi 40%”, según Louis-Nicolas Jandeaux, de Oxfam France.
Por último, en Nigeria, unos 430.000 niños sufren de malnutrición aguda.