La participación en el plebiscito realizado en Chile este domingo fue histórico: 13 millones de ciudadanos votaron y la mayoría expresó no estar de acuerdo con el establecimiento de una nueva Constitución. A raíz de esto, el Gobierno de Gabriel Boric deberá replantearse algunas cosas para disminuir las consecuencias negativas.
Tal como se esperaba, el Rechazo ganó la consulta popular y los votantes desecharon la propuesta escrita por la Convención Constitucional luego del plebiscito de 2020. Ahora, será tiempo de iniciar negociaciones políticas y lograr ponerse de acuerdo para alcanzar una nueva Carta Fundamental.
Aunque el primer recuento del Servicio Electoral mostraba ventaja para el Apruebo con un 52,5% y el Rechazo iba a atrás con un 47,4%, el segundo boletín confirmó que la negativa dio vuelta el marcador situándose con un 74,9% mientras que el Apruebo retrocedió a un 45,10%.
Ya cerca de las 23 horas, la web del Servicio Electoral informaba que el Rechazo sumaba 7.881.073 (61,8%) votos y el Apruebo 4.858.106 (38,1%). De esta manera, quedó claro que el Rechazo ganó en todas las regiones del país e incluso en la zona centro.
Con los resultados, el presidente Gabriel Boric invitó a reunirse a todos los líderes de partidos políticos con representación parlamentaria para la tarde de este lunes, pero la oposición adelantó que no se hará presente.
A qué se debió el triunfo del Rechazo
Chile rechazó la propuesta constitucional pese a haber dado el visto bueno en octubre del 2020, cuando en otro referéndum respaldaron la idea de escribir una nueva Carta Fundamental. Esta debía desarrollarse bajo la modalidad de la Convención Constitucional integrada en su totalidad por personajes elegidos por el país, y dejó sin lugar a la Convención Mixta que proponía escribir la Carta Magna con un 50% de personas electas, y el 50% por miembros del Congreso.
“Probablemente, si hubiese habido una Convención Mixta, hubiese existido una mayor vinculación con el poder parlamentario, y eso hubiese generado un mayor acompañamiento de la Convención”, explica como uno de los motivos del rechazo Luis Garrido, director de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile. Para él, esto habría generado “una desconexión entre la Convención Constitucional, el poder institucional y sectores expertos”.
Por su lado, Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central de Chile, dijo: “Mucha gente no daba a conocer su posición de por quién iba a votar y, especialmente, por el Rechazo porque tenían miedo a lo que podían decirles sus amigos”. También señala que “hubo un cuestionamiento al proceso constitucional”.
Asimismo, Moreno habla de que “muchas de las personas que votaron lo hicieron también evaluando la gestión del Gobierno”.
Garrido señala también que al ser el votante medio en Chile de un perfil más bien conservador, un hecho que tuvo lugar en un acto a favor del Apruebo en la ciudad de Valparaíso, ubicada a 120 kilómetros de Santiago, inclinó a balanza en contra. En ese acto, un colectivo realizó un gesto obsceno con la bandera nacional, generando indignación en el país.
Por qué Boric deberá negociar
Para Garrido, el resultado es “un golpe duro” para el Gobierno. “El Gobierno cometió, a mi juicio, errores tácticos, pero en realidad son situaciones que eran innecesarias. Creo que declaraciones de la ministra Vallejo o el ministro Jackson apoyando la opción Apruebo, introducen al Gobierno en una posición política cuando, en realidad, siempre se tuvo que haber mantenido una imparcialidad”, explica. Y agrega: “Hay un efecto negativo y también, por supuesto, un costo político que van a tener que saber asimilar”.
“El Gobierno tiene que buscar consensos”, expresa el académico. “La apuesta es tratar de intensificar la reforma de la constitución actual, o derechamente, iniciar un proceso constituyente”. Pero, dice, para que esto último ocurra, “se debe iniciar una conversación con los distintos grupos políticos y ver cuál es la voluntad que hay para poder generar los consensos necesarios para un nuevo proceso constituyente”.
Según Moreno, en el proceso de acuerdos la oposición “tendrá la llave”, ya que es quien tiene mayoría en el Parlamento. “Se va a tener que negociar. ¿Y dónde se tiene que negociar eso? En el Congreso”, agregó.
Posibles cambios en el gabinete
“La derrota fue fuerte para el Gobierno y, por lo tanto, va a necesitar un activismo mucho mayor para remontar esto. Muy probablemente esta próxima semana se va a anunciar un cambio de gabinete para dar señales de involucrar a otros actores al juego político”, dijo el profesor en Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, que ve posible que Boric incluya a personajes que tengan un mayor nexo con el Congreso nacional.
“Seguramente a alguien de la Democracia Cristiana (DC), pero va a requerir un nuevo gabinete para un período en el que se necesitará una negociación muy relevante con el Congreso. Por lo tanto, seguramente habrá señales respecto de iniciar un nuevo proceso e iniciar un diálogo político”, subrayó.
Entre los nombres que, se baraja, podrían dejar el Gobierno están la actual ministra del Interior, Izkia Siches, y el ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, entre otros.