El conflicto entre Rusia y Ucrania suma un nuevo capítulo ante las especulaciones de un avance definitivo de los rusos sobre el este de Kiev. Esta vez, entre la batalla que se espera en el Donbas y el hundimiento del buque insignia Moskova, las especulaciones sobre el fin de la guerra están cada vez más lejos.
El primer golpe para la reacción rusa lo dio Ucrania al hundir el buque más representativo de la flota rusa, el Moskova, en el Mar Negro. Hoy, su naufragio es todo un misterio en el mundo como en Rusia, ya que nadie sabe cuál es el número de heridos y muertos que dejó el ataque.
Desde varios medios locales afirman que podrían ser 37 las víctimas fatales y 100 heridos, pero este número podría aumentar, debido a que se especula con que haya más de 200 desaparecidos. De esta forma, va a camino en convertirse una de las heridas de guerra más significativas para el ejército del Kremlin.
La batalla del Donbas, lo que podría significar el comienzo del fin del conflicto armado
Si bien a esta historia aún le quedan muchos capítulos por delante, lo cierto es que desde Moscú están confiados en que si ganan en el Donbas, la región del este ucraniano, se podría comenzar a tener un control más cercano para alcanzar a Kiev y terminar de tomar el país.
Mientras tanto, a 55 días del inicio del conflicto, 80 mil soldados avanzan en un frente de 480 kilómetros para hacerle frente a la resistencia ucraniana que se aproxima para resistir en el este. Además, cuentan con tanques, morteros, helicópteros, defensas antiaéreas y soporte logístico.
Cabe recordar que esta región es una de las que fue el foco principal para el inicio del conflicto, producto de que se trata de una zona donde hay prevalencia de la etnia rusa. En ese sentido, el canciller ruso Serguei Lavrov anunció hoy el comienzo de la batalla del Donbas y dijo que Rusia se limitará a usar armas convencionales.
Mariúpol, la ciudad insignia de la resistencia ucraniana a punto de caer
Los informes que llegan desde la ciudad portuaria de Mariúpol son que cada vez más, el ejército ruso está a punto de tomar la ciudad por completo.
Desde casi el comienzo, Mariúpol, situada al sur, en el mar de Azov, ha sido una pieza clave en los planes de Moscú para establecer un corredor entre los territorios prorrusos del Donbás (este) hasta la península de Crimea. Después de un largo asedio, Rusia exigió a los soldados ucranianos atrincherados en el enorme complejo industrial de Azovstal de la ciudad que se rindan y les dijo que disponen hasta las 14H00 de Moscú (11H00 GMT) de este miércoles para deponer las armas y salvar sus vidas.
“Vivimos tal vez nuestros últimos días, si no horas (...) El enemigo nos supera por diez a uno”, dijo el comandante ucraniano Serguiy Volyna, de la 36ª Brigada Marina, resguardado en los pasillos subterráneos de esa gran fábrica metalúrgica.
La toma de Mariúpol sería un avance clave para Rusia después de haber replegado sus tropas del norte de Ucrania y los alrededores de Kiev para centrarse en el Donbás, una cuenca minera en el este disputada desde 2014 por el gobierno de Kiev y rebeldes prorrusos.