Una investigación realizada en Australia reveló que el ejercicio físico puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la depresión. Este estudio concluyó que la actividad no solo mejora los síntomas de depresión y ansiedad, sino que también puede ser tan efectivo como los medicamentos.
Qué plantea el estudio
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho personas a nivel mundial, lo que equivale a 970.000.000 de personas, sufre de un trastorno mental. El estudio, realizado por expertos de la Universidad de Australia del Sur, plantea el análisis de los impactos de la actividad física en los síntomas de depresión, ansiedad y malestar psicológico en adultos. Para esto, se tuvieron en cuenta 1.039 ensayos y 128.119 participantes, que incluyeron adultos sanos y con trastornos de salud mental y con diversas enfermedades crónicas.
Qué resultados se obtuvieron
Como resultado, la actividad física mostró efectos moderados en la reducción de la depresión, la ansiedad y el malestar psicológico en comparación con la atención habitual en diversas poblaciones. Los mayores beneficios se encontraron en personas con depresión, VIH, enfermedades renales, mujeres embarazadas y en el postparto, así como en individuos saludables.
Se observó que realizar ejercicio de mayor intensidad estaban asociadas a mejoras más significativas en los síntomas. Sin embargo, la eficacia de las intervenciones disminuyó en aquellos casos con una duración más prolongada. La revisión reveló que las intervenciones de ejercicio de 12 semanas o menos resultaron ser las más efectivas para disminuir los síntomas de problemas de salud mental, lo que subraya la rapidez con la que la actividad física puede provocar cambios positivos.
“Descubrimos que todos los tipos de actividad física y ejercicio eran beneficiosos, incluidos los ejercicios aeróbicos como caminar, el entrenamiento de resistencia, Pilates y yoga”, afirmó el Dr. Ben Singh, investigador principal del estudio. “Estamos seguros de que si se adoptaran intervenciones de actividad física, veríamos un impacto positivo definido en los síntomas de depresión, ansiedad y angustia”, añadió.