Los celos, algunas veces, no son fáciles de controlar, y se convierten en un problema significativo para muchas relaciones. En particular, cuando estos celos se dirigen hacia las personas que tuvieron una relación previa con nuestra pareja. Este se puede conocer como síndrome de Rebeca.
¿Por qué se llama como síndrome de Rebeca?
El síndrome de Rebeca recibe su nombre de la película de Alfred Hitchcock, estrenada en 1940, basada en la novela homónima de Daphne du Maurier. La historia gira en torno a una joven esposa que, al casarse con un viudo adinerado, enfrenta la hostilidad del personal de la mansión de su esposo, quienes idealizan a la primera esposa fallecida. Comparada constantemente con esta figura, la nueva esposa ve cómo su autoestima se desploma y desarrolla celos, especialmente al descubrir que la relación anterior de su esposo era infeliz.
¿Qué es el síndrome de Rebeca?
Según el blog Psicología y Mente, indica que el síndrome de Rebeca “es una condición o situación de características patológicas que se caracteriza por la existencia de un elevado nivel de celos por parte de uno de los componentes de la pareja hacia los o las anteriores parejas sentimentales o sexuales de su cónyuge o pareja actual. Se trata de un síndrome que goza de cierta popularidad y que se basa en los celos retrospectivos (es decir, celos dirigidos hacia una persona o un tipo de relación del pasado), si bien no es un trastorno recogido por los principales manuales de clasificaciones diagnósticas”.
El síndrome de Rebeca a veces conduce a comportamientos de vigilancia hacia la expareja o al intento de controlar todas sus interacciones sociales. Esto puede provocar conflictos graves en la relación actual y desequilibrios. Además, quien sufre el síndrome puede tratar de sobresalir o mostrarse excesivamente complaciente en comparación con la expareja, lo que puede resultar incómodo para la pareja actual y afectar negativamente la autoestima de ambos.
Esta situación se intensifica cuando la expareja es recordada o percibida de manera muy positiva, como alguien atractivo o inteligente, especialmente si la persona afectada no reconoce estas cualidades en sí misma. Los celos no siempre están dirigidos hacia una pareja reciente; pueden estar dirigidos hacia un primer amor o incluso a alguien ya fallecido.
¿Se puede curar con algún tratamiento?
Según explica la Dra. Teresa Cuesta Bayón de la UNED, en su artículo “Intervención cognitiva en un caso de celotipia”, en algunos casos, puede ser útil que la pareja del afectado reciba apoyo psicológico. Entre las estrategias recomendadas para abordar el síndrome de Rebeca se incluyen:
- Fortalecer la comunicación en la pareja.
- Expresar insatisfacciones y recordar los motivos de su unión.
- Evitar exagerar las cualidades de la expareja o compartir demasiados detalles sobre ella.
- Revisar y cuestionar las creencias subyacentes del individuo afectado.
- Trabajar en la mejora de la autoestima del afectado.
- Modificar actitudes controladoras.
