Por qué en Argentina no hay pena de muerte y quién fue el último condenado en el país

El caso del triple crimen de Florencio Varela ha reabierto un debate en la sociedad sobre el futuro del narco en caso de ser extraditado en el país.

Por qué en Argentina no hay pena de muerte y quién fue el último condenado en el país
La historia del último fusilamiento en Argentina y el debate sobre la pena de muerte.

Hace más de un siglo que en Argentina no se aplica la pena de muerte, aunque el tema sigue dividiendo opiniones entre quienes están a favor de su reimplantación y quienes la rechazan de plano, especialmente tras lo ocurrido en el triple crimen ocurrido en Florencio Varela.

Pocos saben, sin embargo, que en algún momento de la historia sí se ejercía este tipo de sentencia y quiénes fueron los últimos condenados y desde cuándo está abolida en el país.

Por qué en Argentina no hay pena de muerte

La razón se centra en que En Argentina no existe la pena de muerte debido a un largo proceso histórico, un sólido marco legal y el compromiso con tratados internacionales de derechos humanos que prohíben su aplicación.

Quiénes fueron los últimos condenados a muerte en Argentina

El 22 de julio de 1916, los inmigrantes calabreses Francisco Salvatto y Giovanni Bautista Lauro fueron fusilados en el patio de la Penitenciaría Nacional. Ambos habían sido encontrados culpables del asesinato de Frank Carlos Livingston, contador del Banco Hipotecario, padre de seis hijos, asesinado a puñaladas en julio de 1914 en su casa de la calle Gallo. El crimen, planificado por la esposa de la víctima junto a un proveedor de pescado de la familia, conmocionó a la sociedad porteña.

Francisco Salvatto y Giovanni Bautista Lauro fueron los últimos condenados a muerte.
Francisco Salvatto y Giovanni Bautista Lauro fueron los últimos condenados a muerte.

La esposa, Carmen Guillot, y el cómplice Salvatore Vitarelli fueron condenados a prisión perpetua, mientras que los ejecutores materiales recibieron la pena capital. Dos años después del crimen, el juez ordenó la ejecución, llevada a cabo por un pelotón de ocho efectivos. Así, Salvatto y Lauro pasaron a la historia como los últimos fusilados en la Argentina.

Sobre la pena de muerte en Argentina

El debate sobre la pena de muerte en Argentina comenzó temprano. La Asamblea del Año XIII la abolió, pero en las décadas siguientes siguió aplicándose en casos políticos y hasta “para preservar las buenas costumbres”, como en la recordada ejecución de Camila O’Gorman y el cura Ladislao Gutiérrez en 1848, por haberse enamorado y huido juntos.

El Código Penal de 1886 volvió a legalizarla y permitió ejecuciones como la de los condenados por el “crimen de la calle Gallo”. Sin embargo, en 1922 un nuevo Código Penal la eliminó nuevamente. Durante el siglo XX, distintos gobiernos ensayaron su reinstauración:

  • Onganía la restableció en 1970 tras el secuestro y asesinato de Aramburu, Perón la derogó.
  • La dictadura militar de 1976 la aplicó de hecho, al margen de todo marco legal.

Cuándo llegó la abolición definitiva

Con la vuelta a la democracia, el gobierno de Raúl Alfonsín dio un paso histórico: en 1984, a través de la ley 23.077, se abolió la pena de muerte de forma definitiva. Además, al suscribir al Pacto de San José de Costa Rica, Argentina asumió un compromiso internacional que impide su reinstauración.

Hoy, el artículo 18 de la Constitución Nacional prohíbe la pena de muerte por causas políticas y, desde 2008, quedó eliminada incluso en el Código de Justicia Militar.