Por qué a los gatos no les gustan las puertas cerradas, según los expertos

¿Tu mascota maúlla ante puertas cerradas? Los profesionales brindan una serie de razones y soluciones para que esto no suceda.

Por qué a los gatos no les gustan las puertas cerradas, según los expertos
Por qué a los gatos no les gustan las puertas cerradas.

Es común ver a los gatos maullando frente a puertas cerradas, un comportamiento que puede parecer un poco curioso o confuso. Si bien esta conducta puede parecer un simple capricho felino, los expertos en comportamiento animal sugieren que hay una explicación lógica detrás de este comportamiento.

Los expertos afirman que los gatos sienten curiosidad por su ambiente y las puertas cerradas son trabas.
Los expertos afirman que los gatos sienten curiosidad por su ambiente y las puertas cerradas son trabas.

Motivos por los que los gatos maúllan frente a puertas cerradas

Según el sitio especializado Zona Gatos, existen tres razones por las cuales el gato maúlla frente a puertas cerradas:

  • Son territoriales: Los gatos domésticos se adaptaron a la vida en el hogar, pero aún conservan algunos de sus instintos primitivos, uno de ellos es el territorial. Los felinos consideran su casa como su propio territorio, y les gusta explorarlo a fondo para marcar su presencia, dejando su aroma en cada rincón. Aunque pueden pasar gran parte del día descansando en la cama o en el sillón.

El problema surge cuando intentan acceder a una zona de la casa que está bloqueada por una puerta cerrada. Su instinto de patrullar y explorar se activa, y al no poder entrar, maullarán para pedirle al dueño que les abra el paso.

  • Sienten curiosidad: Los gatos son animales muy curiosos, incluso cuando están profundamente dormidos. El problema surge cuando los dueños se encierran en una habitación. Para ellos, esto se convierte en una barrera que bloquea su curiosidad. Al no poder ver lo que se está haciendo, manifestarán su descontento con maullidos, ya que su instinto les impulsa a descubrir lo que está pasando.
  • Son seres sociales: Los gatos a menudo son percibidos como animales solitarios, pero esta es una idea errónea. En realidad, son criaturas muy sociales y cariñosas que valoran mucho la presencia de su dueño.

Por lo tanto, si queda fuera de tu habitación por la noche o se cierra la puerta mientras se están realizando quehaceres, es natural que el gato maúlle del otro lado.

Qué soluciones se pueden adquirir

El blog plantea una serie de soluciones para evitar que el gato maúlle ante las puertas cerradas:

  • Ventana con vistas: Si la puerta que obsesiona al gato es la de la entrada, hay una solución bastante simple: se puede armar un lugar de descanso para la mascota cerca de una ventana con vistas al exterior. De esta manera, podrá observar todo lo que sucede afuera.
  • Puerta gatera: Este dispositivo permite que el gato entre y salga libremente sin necesidad de que se le abra la puerta.