El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación anunció la necesidad de crear una Ley de Presupuestos Mínimos de Gestión Ambiental de Envases y Promoción del Reciclaje Inclusivo, que promuevan una serie de políticas de economía integral.
De esta manera, este proyecto de ley apunta a gestionar de una forma más responsable los envases, durante todo su “ciclo de vida”, que incluye su producción hasta su disposición final. Esta misma Ley ya está siendo aplicada a través de diversas iniciativas en otros países latinoamericanos y en Europa.
Objetivos de la Ley de Envases
El objetivo primordial de la Ley de Envases es aumentar el número de los materiales recuperados y así minimizar los efectos ambientales en cuanto a los residuos. De esta manera, los puntos claves son:
- Responsabilidad Extendida del Productor. Esto implica que la responsabilidad del fabricante sobre su producto tiene que ir más allá y alcanzar la etapa posterior a su consumo.
- Producción sostenible. Con esto se busca que los fabricantes diseñen productos “amigables” con el medio ambiente.
- Fortalecimiento de los sistemas locales de gestión de residuos. Esto busca promover la inclusión social de los recuperadores de residuos, creando así nuevos puestos de trabajo y más calificados.
- Consumo sostenible. Con esto se pretende que se incentive el uso y reciclaje de los envases en todos los sectores de la sociedad.
Todo esto busca promover en Argentina mayores niveles de recolección, reciclaje y también de diseños de envases más fácilmente reciclables, a través de diferentes tipos de incentivos. Todo esto, según se plantea, ayudaría a reducir el impacto de estos productos en el ambiente y en la salud de las personas.
Ley de Envases: conflicto con la oposición por el valor de la Tasa Ambiental
Este proyecto del Oficialismo promueva la gestión ecológica de los envases, pero a través de uno de los puntos principales, el de la tasa ambiental, se generó una resistencia por parte de la Oposición ante este proyecto.
El gran objetivo es reducir el impacto negativo sobre el medio ambiente, pero lo que genera disidencias es la creación de esta tasa ambiental, que deberá ser abonada por los productores, los cuales serán los responsables de los envases que se comercialicen.
A su vez, tendrán que hacerse cargo de la generación de un sistema propio de recolección y reutilización de sus productos.
Esto mismo fue tratado en las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
Así, el valor de la Tasa Ambiental de Responsabilidad Extendida del Productor (TAREP) pretende que los productores se responsabilicen de sus envases, pero la misma no podrá superar al 3% del precio mayorista de venta del producto que es envasado.
Un excepción a la TAREP la podrán gozar aquellos productores que implementen sistemas de depósito, devolución y retorno además de reutilización de los envases, todo esto aprobado por la Autoridad de Aplicación.
A su vez, con esta recaudación de la tasa ambiental, se buscará crear un fideicomiso administrado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que tendrá como misión fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases, así como promover la inclusión de los recicladores, entre otras cuestiones.
Ley de Envases: críticas de la oposición al impuesto al envase
Sin embargo, la Oposición se mostró crítica ante estos puntos. El diputado nacional de Juntos por el Cambio, Luciano Laspina, expresó: “es un un mal proyecto” que tiene un “impuestazo porque no es una tasa ya que no se contempla una contraprestación, con lo cual es un impuesto de asignación específica”.
Y además resaltó que la ley “estatiza el reciclado” y sumó que “apenas cuatro países del mundo cobran una ‘tasa’: Hungría, Ecuador, Sudáfrica y Rusia”.
De esta forma, la Oposición se mostró en desacuerdo con este cobro del 3% a los envases y Laspina enfatizó: “es meterle la mano en el bolsillo a la gente que va al supermercado”.
Y luego hizo un descargo: “¿Dónde están las asociaciones de defensa al consumidor?, en los 90 brotaban por toda partes, ahora no aparecen”.
También, el diputado nacional de Juntos por el Cambio supo expresar: “Esto es un sinsentido total, es un impuestazo y es una forma más de recaudar que según estimaciones privadas podría ser de $ 100.000 y 120.000 millones por cada punto que aplique esta tasa, que es variable y dependerá del criterio de la autoridad de aplicación que en este caso será Cabandié”.
Y luego resaltó que este impuesto no estará destinado solo para los alimentos, sino para otro tipo de productos también: “Al detergente también cualquier jabón, podría afectar hasta al calzado”, dijo Laspina.
Finalmente cerró sus declaraciones diciendo que con esta medida: “El reciclado va a depender de la calidad del producto que lleva adentro y no del envase”.
También la radical Brenda Austin se mostró en contra de la medida, entendiendo que “hay sectores que prefieren pagar este nuevo impuesto que promueve la creación de este dictamen antes que realmente entablar un compromiso con una responsabilidad de gestión integral que implique el cumplimiento de esta jerarquía de opciones”.