Familiares y amigos de Luciano Olivera, el adolescente de 16 años asesinado de un balazo en el pecho por policías, se manifestaron esta tarde en el centro de la ciudad balnearia de Miramar, en reclamo de justicia por el crimen del menor y en contra del gatillo fácil.
Sin embargo, sobre las últimas horas de la tarde, la Policía y los allegados de Luciano protagonizaron cruces que terminaron con graves incidentes y enfrentamientos.
El asesinato de Luciano Olivera
Luciano Olivera murió en la madrugada del viernes tras ser baleado en el pecho por policías que lo persiguieron porque aparentemente se negó a detenerse en un control de tránsito.
Por el crimen, Maximiliano González, agente bonaerense, fue detenido acusado de “homicidio agravado”. Y hay otros cinco que están identificados y serán sometidos a distintos peritajes para determinar el grado de participación, señalaron fuentes judiciales.
La palabra de Berni
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se reunió con la familia de Luciano y prometió “toda la transparencia” en el proceso investigativo. “El agente hizo todo mal”, dijo sobre el acusado de asesinato.
El pedido de justicia de los vecinos
A las 17 horas, los vecinos comenzaron a concentrarse en la plaza principal de la ciudad. Pancartas, carteles y bombos acompañados de continuos aplausos dieron comienzo a la marcha que se desplazó por la peatonal hasta la costa.
Luego de sentidas palabras de familiares de la víctima se regresó por el mismo camino. Aunque los allegados habían anunciado que sería una “manifestación pacífica”, alrededor de las 19 horas comenzaron a tirar objetos contundentes y piedras, no solo a la comisaría sino también al comercio de electrodomésticos ubicado en la esquina y a la municipalidad.
Aunque un gran despliegue de fuerzas de seguridad hizo de escudo para preservar el lugar, no lograron contener la furia de los participantes.
