Este miércoles 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, ecosistemas que se encuentran en estado crítico debido al cambio climático y a la contaminación. Los residuos plásticos, la acidificación de las aguas e incluso la sobrepesca son solo algunos de los principales peligros que corren y aportan a su degradación.
“Hay muchísima contaminación hoy en día y, por el aumento de la temperatura como consecuencia del cambio climático, se están extinguiendo desde especies marinas como aves y mamíferos hasta bosques de macroalgas y barreras de coral, como en el caso de Australia”, explicó Ángeles de la Peña, integrante del Programa de Conservación Marina Sin Azul No Hay Verde de la Fundación Rewilding Argentina.
En relación al mar Argentino, que limita hacia el este con el océano Atlántico, señaló: “A partir de la creación de las primeras dos áreas marinas protegidas en el mar Argentino (Yaganes y Namuncurá-Banco Burdwood II) la superficie bajo resguardo aumentó a casi el 10%”. No obstante, considera que esto “no es suficiente”. “En la actualidad el compromiso internacional es proteger el 30% de los mares. Las especies marinas migran, se alimentan y se reproducen a lo largo del mar Argentino, y por esto se necesita la mayor protección posible”, subrayó.
Asimismo, De la Peña expresó que el mar Argentino es “muy rico en nutrientes y en especies, porque recibe las corrientes cálidas de Brasil y las frías de Malvinas y la Antártida”.
Cómo se podría frenar la degradación de los océanos
“Debemos tomar conciencia del grave problema que enfrentamos, y generar herramientas concretas para mitigar la consecuencias de la crisis climática”, dijo la ecologista.
Para ella, es necesario “recuperar la identidad o el vínculo con el mar”. “La mayoría de las ciudades costeras se construyeron de espaldas al mismo. El 80% de lo que se pesca se exporta, y eso da la pauta de que no comemos lo que pescamos”, analizó en relación a la situación en nuestro país.
Por otro lado, mencionó la importancia de proteger ecosistemas claves, como por ejemplo los bosques de macroalgas. “La mitad de ellos se encuentran en la zona de Península Mitre e Isla de los Estados. Proteger estos ecosistemas o crear áreas marinas y costeras protegidas es una gran herramienta de conservación”, enfatizó.
Cada año, alrededor de 13 millones de toneladas de residuos plásticos llegan a los océanos, provocando la muerte de 100.000 especies marinas. Al respecto, la especialista sugirió que debería haber “una reducción del consumo de plástico, un mejor manejo de nuestros residuos y el cambio de producción netamente extractivista y contaminante”.
Por qué es tan importante Península Mitre
Península Mitre está ubicado en el sudeste de la isla Grande de Tierra del Fuego. En ese territorio hay colonias de aves y mamíferos marinos, extensos turbales y humedales. Por ello, en la Legislatura fueguina hay un proyecto de ley que intenta proteger 300.000 hectáreas de tierra y otras 200.000 de mar circundantes a la península y a la Isla de los Estados.
“Península Mitre es el mayor punto de captura de carbono y liberación de oxígeno de todo el país, algo importantísimo a nivel local y mundial”, resaltó De la Peña. Y agregó: “Por estar tan cerca de la Antártida y por las aguas frías que la rodean, va a ser uno de los últimos refugios del ecosistema de los bosques de macroalgas en todo el mundo”.
Aunque de aprobarse el proyecto el área protegida tendría rango provincial, se habla de esto a nivel nacional porque el valor ecosistémico de la península es único e irrepetible en toda la Argentina. “Si este ecosistema se pierde lo hace para todo el país, no solo para Tierra del Fuego”, advirtió.
Crecen los casos de lobos marinos afectados por redes de pesca y plásticos
Villa Gesell y San Clemente del Tuyú fueron escenario del rescate de tres lobos marinos, que fueron encontrados heridos por redes de pesca y zunchos plásticos. Dos de ellos lograron ser liberados mientras que el otro permanece con atención veterinaria.
Desde la Fundación Mundo Marino se demostró preocupación por la situación que viene dándose, ya que un intervalo de dos meses aparecieron estos animales afectados.
Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate de la mencionada fundación, sostuvo: “Estos tres casos son ejemplos evidentes de cómo la basura marina afecta a los animales poniendo en riesgo sus vidas”. Y sostuvo: “Son también una muestra de la desidia que tienen muchos al abandonar pedazos de línea, redes o deshechos de pesca sin el cuidado adecuado”.