Los delitos informáticos se potenciaron en la pandemia y la tendencia no para de crecer.
Una consultora especializada identificó en 2020 más de 130 técnicas diferentes que combinan recursos tecnológicos con la inteligencia psicológica para hacer caer jovenes, adultos y ancianos en sus trampas. Las redes sociales más utilizadas son WhatsApp, Facebook e Instagram, pero el Mail también está en el ranking de las plataformas mas inseguras.
1. Falsos asistentes bancarios
En los últimos meses, se volvieron virales distintos casos de robo y vaciamiento de cuentas bancarias por internet.
La forma más utilizada por los “ciber-ladrones” es mandar un correo electrónico con un usuario y un diseño similar al de tu banco de cabecera. En el, piden que entres en un link para enterarte de los cambios en las políticas de la companía: ahí es donde comienza la trampa.
Ese nuevo sitio web que se abre está diseñado para robar credenciales y contraseñas bancarias. Funciona encriptando bases de datos y archivos en la plataforma infectada para después pedir un rescate.
A partir de esto, distintos bancos de Argentina comenzaron una campaña donde aclaran a sus usuarios que en ninguna comunicación oficial van a enviar correos pidiendo contraseñas, usuarios, ni que cambies tus datos personales.
“No confíes en avisos promocionales, regalos, descuentos, préstamos o algún corte de servicio. Es necesario que corrobores siempre la veracidad”, aclaran.
2- Estafas románticas
La víctima es abordada por aplicaciones de citas y luego por correo electrónico, WhatsApp o redes sociales. Durante varios dias se la convence para que inicie una relación a distancia.
Una vez que se genera una relación de confianza virtual, el estafador solicita transferencias de dinero para permitirle venir al país para conocerse, terminar alguna deuda que lo angustia o desbloquear una cuenta bancaria que por algún problema está congelada.
Es en ese momento, donde la víctima solidarizandose con los padecimientos de su nueva pareja virtual, realiza una transferencia y pierde inmediatamente su plata.
3- Fraudes de facturas
Llegan a las redes sociales facturas que supuestamente provienen de un proveedor genuino u organismos públicos para que los paguen empresas o sujetos individuales.
En el importe (que muchas veces es un número normal) hay una trampa: la cuenta a la cual se debe depositar es falsa.
Especialistas recomiendan prestar atención a la redacción del mensaje o en el enlace enviado. Muchas veces, es casi imperceptibles, pero en algún lugar dejan ver el fraude: faltas de ortografías u alteraciones en la url que supuestamente es oficial.
4- Fraude por “Pishing”
La palabra phishing en español quiere decir “suplantación de identidad”. Esta es una técnica de robo virtual muy reconocida que se usa para obtener información confidencial de los usuarios de internet.
Es una forma fraudulenta para apropiarse de la identidad de otras personas y asi utilizar sus redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram, TikTok como también aquellas aplicaciones de mensajería instantanea como el Mail o el WhatsApp.
5- Estafas de inversión
El ciber-delincuente usualmente se hace pasar por un asesor comercial o inmobiliaria que con lenguaje propio de esas empresas convence a la víctima sobre invertir en una empresa ficticia o señar una propiedad ya sea para vivir como para vacacionar.
Se inventa algún motivo por el cual es imposible encontrarse presencialmente y se le pide un depósito por adelantado para cerrar el trato.
Una vez transferida la plata, el ofertante desaparece inmediatamente, siendo imposible recuperar el monto cedido.
