Con el objetivo de combatir la caza furtiva en áreas protegidas, guardaparques del Parque Nacional Iguazú realizan la reapertura de caminos internos, mejorando la transitabilidad del sendero para que el personal pueda realizar tareas de control y vigilancia.
Es así que los trabajos de despeje de malezas del camino de vigilancia, entre el ex Camping “Ñandú” y el Destacamento “Apepú” dentro del Parque Nacional Iguazú. Por las características de la selva misionera y cuando no hay movimiento de guardaparques en esas zonas, los senderos se tapan con vegetación rápidamente, favoreciendo a los cazadores furtivos para sus actividades ilegales.
El guardaparque nacional, Justo Herrera indicó que “la mayor amenaza para la conservación de la biodiversidad, es la caza furtiva. La presencia constante de guardaparques en lugares en que habitualmente se han detectado actividades furtivas, es fundamental, ya que, son zonas donde existen animales endémicos y emblemáticos de nuestra selva, que no se encuentran en otros lugares de Argentina, solamente en el norte de Misiones”
Uno de los principales motivos es “mantener los accesos a lugares claves para la conservación, de la zona intangible de nuestra reserva nacional”, indicó Herrera.
Fuente: Primera Edición