En la conclusión de la Semana Santa, el movimiento en el Puente Tancredo Neves, que conecta Argentina con Brasil, persiste con fuerza durante el fin de semana largo, extendiéndose hasta el martes inclusive. Las largas colas tanto para salir como para ingresar al país vecino han sido una constante, provocando retrasos significativos en los traslados.
Esta mañana, la fila para abandonar el territorio argentino superó los dos kilómetros, con una espera que alcanzó las 2.30 horas. Similar situación se vivió en la entrada al país, donde las esperas prolongadas han sido el pan de cada día.
Los controles migratorios se aplicaron en ambas cabeceras del puente, generando incomodidades para los turistas, quienes debieron destinar varias horas a la espera para cruzar la frontera. “La espera se vuelve tediosa, nos avisaron que si queríamos pasar a Brasil debíamos tener paciencia. La teníamos, pero no nos imaginábamos que sería tanta la espera”, señalaron turistas provenientes de Salta.
Mientras que del lado argentino el trámite migratorio es relativamente ágil, en el lado brasileño la falta de personal ha ocasionado mayores demoras. Esto ha provocado reclamos por parte de los guías de turismo, quienes intentaron anticipar la salida de los visitantes de los hoteles para prever las demoras. Sin embargo, la lentitud en el proceso ha generado inconvenientes en los horarios establecidos para los diferentes tours.
Fuente: El Territorio