Dos elefantas llamadas Pocha y Guillermina, madre e hija, cruzarán el Puente Tancredo Neves que une a Misiones con el país vecino del Brasil en la jornada de hoy en camino hacia el Santuario de Elefantes del estado brasileño de Mato Grosso.
Ambas abandonaron el Ecoparque de Mendoza para viajar vía terrestre hacia el estado brasileño, la travesía comenzó durante la tarde del sábado. El propio gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez, estuvo en el lugar que dejaron las elefantas y presenció el adiós de los dos ejemplares.
”Estamos aquí, en el Ecoparque. En ese camión que ven allí atrás están Pocha y Guillermina, que van a salir para el Santuario en Brasil”, señaló a través de un breve video que compartió a través de su cuenta oficial en Twitter.
Pocha nació en 1965 aproximadamente. Actualmente tiene 52 años y, según informó la Fundación Franz Weber, antes había estado en el zoo alemán Tierpark Hagenbeck, al que llegó desde la India. Fue entregada al zoo de Mendoza en 1968, con tres años, por un canje. Guillermina nació en 1998 en el zoológico de Mendoza. Actualmente tiene 24 años.
Traslado
Este traslado es parte del Plan de Derivación de Animales de la Dirección Ecoparque Mendoza, convenio que fue firmado entre el gobernador Suárez y el Santuario de Elefantes de Brasil, el único que alberga elefantes en Sudamérica y reconocido a nivel internacional por su trabajo y prestigio.
El santuario cuenta con ambientes naturales adaptados para mejorar y garantizar la calidad de vida de sus animales, además de un equipo humano y profesional altamente calificado y las infraestructuras necesarias.
Con respecto a las cajas de traslado, las mismas fueron diseñadas y construidas especialmente con características y materiales para el transporte de elefantes, siguiendo las reglamentaciones internacionales, según indicaron. Tiene un peso aproximado de cinco toneladas y miden cinco metros de largo, dos metros de ancho y 3,20 metros de altura, lo que permitirá a Pocha y Guillermina viajar de manera cómoda y segura.
Además cuentan con una cámara para poder monitorearlas y evaluar su estado minuto a minuto y posee bandas de soporte para poder sostenerlas en caso de que desee descansar durante el traslado. El viaje de las dos elefantas no pasa desapercibido, ya que en cada parada del camino reciben saludos y muestras de cariño de los lugareños.
Fuente: El Territorio
