Ya pasamos la mitad del año 2025 y, según la astrología oriental, todavía quedan momentos clave por atravesar. Ludovica Squirru, máxima referente del Horóscopo Chino en la región, compartió cuáles son las metas que cada signo debe cumplir antes de que finalice este año de la Serpiente de Madera.
Para Squirru, esta etapa está marcada por un llamado a la introspección y la toma de decisiones. Es un año que, si bien puede parecer confuso o desafiante, ofrece grandes oportunidades de evolución personal. “La Serpiente de Madera nos invita a despojarnos de viejos hábitos y a movernos con sabiduría”, escribió en su libro de predicciones.

Qué deben trabajar los signos del horóscopo chino según Ludovica Squirru
Durante agosto, regido por la energía del Mono, las cosas pueden sentirse más aceleradas e inestables. Por eso, Ludovica sugiere enfocarse en metas claras y adaptarse a los vaivenes del calendario lunar. Cada signo tiene su propio llamado:
- Las Serpientes deben priorizar su bienestar físico y emocional, y cuidar sus vínculos más íntimos.
- Los Tigres necesitan prepararse para imprevistos, fortaleciendo su mente y su energía.
- Los Monos atraviesan una etapa de revisión: es momento de resolver cuestiones legales y dejar atrás conflictos.

- Los Chanchos deberán evitar discusiones innecesarias y apostar por la paz interior.
- Las Ratas enfrentarán retos emocionales; será clave escuchar su intuición y mantener hábitos saludables.
- Los Conejos deben buscar independencia y priorizar el autocuidado.
- Los Dragones, siempre intensos, tienen que frenar un poco y evaluar bien sus decisiones.
- Los Caballos tendrán que moderar impulsos y pensar en el bienestar colectivo.
- Las Cabras deberán equilibrar placer y responsabilidad, especialmente con su salud.

- Los Gallos necesitan flexibilizar posturas frente a lo inesperado.
- Los Perros deben trabajar sus vínculos y evitar el aislamiento.
- Los Chanchos, otra vez, aparecen con una advertencia: desarrollen paciencia y adáptense a los cambios del entorno.
Según Ludovica, este no es un año para quedarse quieto ni resistirse a los movimientos. Hay que actuar con estrategia, confiar en los ciclos y, sobre todo, aprender a soltar lo que ya no suma.