Laura Horta es profesora de matemática y física. Es mamá de tres hijos de 23, 25 y 30 años. Actualmente es la decana de la Facultad de Educación de la Universidad Juan Agustín Maza.
Ella empezó a hacer montañismo hace 5 años y medio. Su primera cumbre fue el Aconcagua, una experiencia muy difícil, pero que disfrutó mucho.
Su entrenador, Sergio Furlan, le dio la confianza para poder enfrentarse a ese desafío y poder hacer cumbre. En esta primera escalada veía cómo personas de todo el mundo iban con sus equipos y muy bien preparados, a diferencia de ella que fue con algunas cosas prestadas.
Al guía de esa expedición Laura le preguntó qué era lo que necesitaba para hacer cumbre y él le respondió: “Vos toma mucha agua y sé feliz cada día”.
“Fui muy disciplinada y fui feliz cada día. Me emocioné cada día con ver cómo cambiaba el color de la montaña”, comenta Laura para Vía Mendoza.
De las 12 personas que iniciaron el ascenso, la mendocina fue una de las 5 que lograron llegar al punto máximo del Aconcagua.
“Quizás lo más importante no fue alcanzar la cumbre, sino lo más importante fue darme cuenta todo el proceso que es interno, que basta con tener las ganas, el deseo, la disciplina y la humildad para que querer aprender”, reflexiona.
A partir de esa primera experiencia, Laura no paró de hacer montañas y de emocionarse en cada cumbre, de darse cuenta de que el camino a esa cumbre es lo que la hace feliz y la experiencia natural que se vive con el aire en la cara, viendo el amanecer.
Laura es amante de la naturaleza y sobre todo de la montaña desde muy chica, paseaba en El Salto, Potrerillos. Allí fue donde aprendió a disfrutar de la vida simple como caminar bajo la luna o sentir el ruido de las piedras.
En la provincia ha logrado hacer más 50 veces Condón del Plata, Vallecitos, sin dejar de lado otras montañas de Mendoza e incluso en Chile.
Su nueva meta en Asia
Al haber hecho tantas expediciones sin acampe se propuso hacer un ocho mil, que son 14 montañas independientes a más de 8 mil metros de altura que se encuentran en el Himalaya y Karakórum.
Hace 5 meses surgió esta idea de hacer cumbre en una de estas montañas de Asia. Entonces con el viaje al Everest que realizó hace unas semanas atrás aprovechó para averiguar cómo ir, cuáles estaban abiertas al público y qué costo tienen.
Para realizar un ascenso como este es necesario que la persona vaya con sherpa, ellos conocen la montaña y asisten a la persona para que pueda sobrevivir.
La idea principal era hacer una de los ocho mil el próximo año, pero mientras estuvo en Nepal le dieron la noticia que podía subir a Manaslu en septiembre de este año. Esta noticia cambió los planes de Laura.
Ahora se encuentra en la búsqueda de sponsors que la ayuden a llegar a una de las montañas más altas del mundo. Para eso deberá someterse a un entrenamiento físico extremo, entrenamiento en la nieve y lograr juntar 40.000 dólares.
El costo tan elevado se debe a que a las alturas que va a estar Laura es mucho más difícil tener comida, agua y por supuesto oxígeno, de las que se encarga el sherpa.
Esta precipitada noticia se da porque este cerro no se puede subir si no es después de las grandes nevadas. La nieve permite que sea más escalable y baje la peligrosidad.
La docente, ama de casa y decana tiene la idea de escribir un libro luego de hacer esta vivencia. Para poder trasmitir a jóvenes y mujeres, principalmente, lo que ella pasó y el esfuerzo motivador.
La colaboración que necesita
Project 8000 es el nombre que se eligió para lograr esta meta y poder viajar. Si logra poder juntar el dinero y conseguir los sponsors deberá estar en Asia el 30 de agosto.
Como antecedente de esta aventura hay una mendocina que viajó a hacer un ocho mil, pero que falleció en un accidente mientras bajaba. Solo han logrado subir una montaña como éstas dos o tres mujeres argentinas.
Laura necesita principalmente que los mendocinos y argentinos la sigan en su Instagram @laurahortap8 para lograr mayor visibilización y llegar a las marcas. También lanzará links de Mercado Pago para quienes quieran colaborar con dinero.
En cuanto a su entorno sabe que la apoya totalmente, sus hijos y su esposo la acompañan, al igual que sus amigos y entrenador.
Para la mujer es muy importante la colaboración porque después de dedicar tiempo a la crianza de sus hijos, ésta es la primera decisión que toma sin consultar a nadie más que a ella. “Buscar por otro lado esa plenitud, sin depender de otro”, comenta.
Como agradecimiento a todos los que aporten a su sueño llegarán a la cumbre junto a Laura. “Quiero ir a la montaña con todas las personas que me han ayudado, creo que van hacer parte de la fuerza que voy a necesitar”, considera.
Por eso la deportista llevará para poner en una montaña una foto hecha por un amigo de ella con todos los nombres de los que colaboraron y harán posible su viaje.