Durante el mediodía del jueves pasado, en la zona urbana de la localidad de Pozo Azul, más precisamente sobre ruta provincial 20, efectivos de la Gendarmería Nacional (GNA) en conjunto con otras fuerzas, logró el secuestro de unas de las cuatro armas robadas de la sede dependiente del Escuadrón XII de Bernardo de Irigoyen.
De esta manera se logró secuestrar una pistola que tendría relación con el caso y que fue ubicada en poder de un hombre que fue detenido, a disposición de la Justicia Federal de Eldorado quien investiga el robo del armamento.
Según fuentes, el operativo se realizó mediante la investigación que logró llegar a identificar a un posible sospechoso, vecino de la mencionada localidad, a quien los federales interceptaron en un operativo vehicular. Donde hicieron detener la marcha de la camioneta Nissan Frontier color gris, conducido por Juan Omar M., quien reside en el kilómetro 80 de la localidad.
Tras una requisa al vehículo, los federales encontraron en su interior una pistola Pietro Beretta similar a la que usa la fuerza y que sería confirmado en los próximos días. A partir de esto, por orden de la Justicia, se dispuso la detención del hombre y el secuestro del arma para pericias.
Horas más tarde se desplegó una segunda intervención en el domicilio del conductor en donde también se secuestraron elementos de importancia para el expediente.
Según trascendió, ambos procedimientos podrían ser clave para avanzar en la pesquisa y no se descarta que a partir de esto se pueda llegar a las demás armas hurtadas en San Pedro.
Por el momento son dos los efectivos de Gendarmería sospechados de ser los responsables del faltante, quienes permanecen separados de la fuerza momentáneamente hasta tanto se esclarezca su vinculación con lo sucedido.
El faltante se descubrió el lunes 28 de junio del año pasado por la tarde, luego de una requisa rutinaria del armamento. Según consignaron diversas fuentes, lo que desapareció del mencionado depósito son cuatro pistolas 9 milímetros, seis cargadores y 45 municiones del mismo calibre.
Fuente: El Territorio