Desde que se cerraron las provincias y se suspendieron los transportes interurbanos por la pandemia, Alejandro Pierotti transportista de Puerto Rico comenzó a hacer viajes trayendo a la provincia a distintos misioneros varados en otros puntos del país.
Ayer, mientras regresaba desde Buenos Aires, con quince misioneros que buscaban llegar a sus domicilios, arrojaron dos bombas molotov en la puerta de su casa. El acto vandálico se dio mientras su hijo de 22 años estaba durmiendo dentro. Pierotti sorprendido por la situación, concluyó que solo puede atribuir el ataque a ciudadanos del municipio que no está de acuerdo con su actividad.
"Hubiera preferido que golpee la puerta de mi casa y me putee, nada más. No me parece agradable la situación y espero que las autoridades puedan dar con quién fue el encargado de este hecho", indicó Pierotti a El Territorio, quien llegó a Misiones ayer después de recorrer más 1.000 kilómetros.
Este trabajo de repatriación realizado por el, está en completo conocimiento de las autoridades provinciales y municipales. El hombre durante su recorrida cumple con todas las medidas sanitaria extremas para evitar introducir el virus a la provincia. En este último viaje, regresó con un matrimonio en Posadas, dos personas en Capioví y otros de Puerto Rico. Tanto el cómo los pasajeros harán la cuarentena obligatoria. A la ida trasladó desde Puerto Iguazú a argentinos oriundos de Mendoza, Tucumán, Salta y Jujuy.