Las autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA) le presentaron este lunes al presidente Alberto Fernández su proyecto para apuntalar la actividad del sector y resaltaron que se estableció un objetivo común para avanzar en la creación de 1.000 Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) exportadoras.
“Argentina, como ha dicho Cecilia (Todesca Bocco, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales) necesita exportar, exportar, exportar. Y para exportar, estamos proponiendo y hemos lanzado las primeras conversaciones de un objetivo para crear 1.000 nuevas PyMEs exportadoras, y el Gobierno nos ha ofrecido trabajar con la Cancillería, con el Ministerio de Desarrollo Productivo y con la Agencia de Inversión para generar ese espacio en forma conjunta e introducir al mundo de la exportación a miles de empresas nuevas”, ponderó el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja.
La reconvención para sumar a las PyMEs al negocio de la exportación es uno de los planes que la UIA plasmó en su denominado “Libro Blanco”, en el que se plasmaron todas las propuestas para potenciar la actividad industrial.
Funes de Rioja realizó esas declaraciones al término de la reunión que los dirigentes de la UIA mantuvieron con el presidente Fernández. Según reveló el dirigente industrial, en la reunión se habló sobre los problemas vinculados con la “logística y el transporte” y con el acceso a los insumos necesarios para producir.
“Hay restricciones desde el punto de vista nacional porque necesitamos más divisas”, planteó el líder de UIA.
El Presidente estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; y Todesca Bocco. Por la UIA participaron además el vicepresidente de Desarrollo Industrial, Luiz Betnaza; el vicepresidente regional, Adrián Kaufmann Brea; el secretario, Miguel Ángel Rodríguez; y el vicepresidente Guillermo Moretti.
Funes de Rioja aclaró que en el encuentro no se habló sobre las gestiones oficiales para avanzar sobre la “renta inesperada” de las grandes compañías a raíz del fenómeno inflacionario que generó la guerra en Ucrania. Sin embargo, aclaró: “Nosotros no estamos a favor de nuevos impuestos”.
Por su parte, Todesca Bocco resaltó que la agenda es “común” porque “se reconocen los problemas y todos los indicadores económicos, que la verdad que son buenos en un contexto internacional complejo de aumento del precio de la energía y de los alimentos”.
“Los datos son buenos porque son buenos datos de inversión, de generación de empleo, el último dato de crecimiento 9% interanual, claro fue antes de que pegara la guerra en Ucrania, entonces habrá que ver cómo se comportan abril y mayo”, completó la funcionaria.