El ministro de Economía y candidato presidencial por Unión por la Patria (UxP) encarará el debate presidencial del próximo domingo con la obligación de recuperar votos tras el resultado de las elecciones PASO que lo dejó en el tercer lugar, pero en un escenario más adverso por la disparada de la inflación y un alza del dólar que lo ubicó por encima de los $ 800.
Luego de las primarias y a partir del impacto de la devaluación que se produjo el 14 de agosto, Massa lanzó una batería de medidas para mantener aceitado el bolsillo de la población, pero el dinero volcado a la calle se convirtió en un boomerang que lo dejó en una situación mucho más vulnerable para defender su propuesta política.
En ese sentido, fuentes oficiales señalaron que la devolución de 21% en compras ya alcanzó a los $ 20 mil millones y benefició a más de 12 millones de personas.
La contracara es que la circulación de pesos presionó sobre todos los precios y mantuvo la inflación a un ritmo de dos dígitos para septiembre.
En ese contexto, el dólar no fue ajeno a la escalada general y en el mercado paralelo la divisa cerró el viernes a $ 805, lo que significa un alza de $ 200 (25%) con relación al último cierre previo a las PASO.
La misma dinámica tuvieron las cotizaciones financieras ya que el MEP completó las operaciones de la semana $701,2, contra los $ 539,89 (suba de 30%) previo a la primera cita con las urnas a nivel nacional. En tanto, el Contado con Liquidación (CCL) completó la semana a $ 821 subiendo 36% respecto de los $ 601 a los que cotizó el 11 de agosto.
Por su parte, el Banco Central compró en la última rueda del mes U$S 2,5 millones, culminando el mes con adquisiciones por U$S 527 millones.
El saldo resulta magro dadas las proyecciones de acumulación que debiera alcanzar en esta etapa del año. De allí que en las últimas horas trascendió que pese a haberlo negado en reiteradas ocasiones, Massa finalmente extenderá el programa dólar soja hasta después de las elecciones. Este esquema permite a los agroexportadores disponer libremente del 25% del valor de sus despachos. En la semana, ya se había anunciado una iniciativa similar para las exportaciones de hidrocarburos. Todo en línea con la necesidad de sostener el ingreso de divisas.
En forma paralela, la autoridad monetaria flexibilizó el cepo para empresas al habilitar el ingreso de dólares producto de deuda financiera.
“Las empresas podrán concretar aportes de capital o ingresar al país deuda financiera a través del mercado de capitales cuando el repago de esas liquidaciones de divisas también se realice a través del mercado de capitales”, indicó el Central.
Hasta esta medida, si una compañía ingresaba deuda en dólares, ya sea un préstamo internacional o un bono, utilizando el contado con liquidación, no podía acceder al dólar oficial por un plazo que iba desde los 90 a los 180 días.
El deterioro de los activos financieros también se reprodujo en el mercado de bonos, donde pese a un amague de recuperación y pese a la continua la intervención oficial los títulos soberanos borraron toda la mejora post PASO, quedando por debajo de un tercio de su valor lo que elevó el Riesgo País a 2.523 puntos básicos.
Tras la devaluación del 22%, Massa buscó hacer un “control de daños” fijando el tipo de cambio mayorista a $ 350, postergando aumentos de tarifas, congelando el precios de las naftas, y actualizando el programa “Precios Justos” con alzas de 5%.
Pero a la luz de los resultados no fue suficiente. En menos de 45 días la inflación superó el 20%, deja al bimestre agosto-septiembre en el orden del 25%, y consecuencia los efectos esperados por el cambio relativos de precios desapareció.
No obstante, desde el Ministerio de Economía continúan dando la batalla. La Secretaría de Política Económica a cargo de Gabriel Rubinstein, informó hoy que la inflación de la tercera semana de septiembre fue de 1,7%. “Alta pero en franco descenso”, fue el concepto de Rubinstein para calificar la situación de los precios, luego del 2,1% y 2% de las dos semanas previas.
“En la última semana relevada los precios de las frutas y las verduras mientras que la carne continúa con aumentos inferiores al promedio”, señaló el análisis del colaborador de Massa.
No obstante, admitió que, “el resto de los alimentos y bebidas junto con otros rubros del componente núcleo continúan con tasas de inflación superiores al 2%”.
Proyectando estas cifras, septiembre cerrará con una inflación también cercana a 12%.
Frente a este complicado escenario, Massa buscó contragolpear con acciones políticas como la sanción de la Ley que eliminó el impuesto a las Ganancias para empleados de la cuarta categoría y el envío del proyecto para que la devolución de IVA sea de carácter permanente.
Estas iniciativas le valieron que el sindicalismo le armara un acto de apoyo en las escalinatas del Congreso Nacional con el que el ministro buscó recuperar aire político.
El domingo será el primer examen frente a sus contendientes en Santiago del Estero con muchos flancos débiles susceptibles de ataques fundados.