La sensación de estancamiento y ahogo económico que sufre la sociedad argentina fue confirmada por datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que apuntalan los pronósticos de una recesión para 2023.
Según datos del organismo, en los últimos seis meses solo hubo crecimiento económico en enero.
El INDEC dio a conocer este lunes el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el organismo difunde mes a mes a modo de adelanto de la evolución del PBI que se informa trimestralmente.
El trabajo mostró que en la comparación intermensual desde septiembre a febrero la economía solo tuvo saldo positivo en el arranque de 2023.
Los resultados son: septiembre -0,1%, octubre -0,7%, noviembre -0,8%, diciembre, -0,9%, enero 0,5% y febrero 0%.
En el cotejo interanual, la producción de bienes y servicios de febrero mejoró 0,2%, que implica una fuerte desaceleración con relación al 3,1% que se había observado en enero.
De esta forma, el primer bimestre exhibió una mejora de 1,6% frente al mismo período del año pasado.
Si bien el dato continúa siendo positivo, es el porcentaje más bajo desde la salida de la pandemia y reflejo del enfriamiento de la actividad.
La inflación que afecta el poder adquisitivo y los efectos de la sequía están entre las causas fundamentales de este escenario.
Si bien el Gobierno mantiene proyecciones de crecimiento de 3% para 2023, todas las estimaciones privadas, e incluso las del Fondo Monetario Internacional (FMI), pronostican que la economía sufrirá una caída de al menos 2%.
Este escenario resulta muy complicado para las aspiraciones del oficialismo en las elecciones de octubre, a las que llegará con alta inflación, actividad en baja y deterioro del empleo.